Islas Baleares

«Fire challenge», el último desafío mortal

La moda entre los adolescentes es subir vídeos a la red en los que se graban quemándose a lo bonzo. Un joven ya ha muerto por las graves quemaduras

«Fire challenge», el último desafío mortal
«Fire challenge», el último desafío mortallarazon

La moda entre los adolescentes es subir vídeos a la red en los que se graban quemándose a lo bonzo. Un joven ya ha muerto por las graves quemaduras

Es la última locura viral entre adolescentes que se abre paso con fuerza en las redes sociales: «fire challenge» (desafío de fuego). El peligroso juego de moda que arrasa en internet y que se ha masificado en EE UU empieza en el momento en el que el protagonista se rocía el cuerpo con alcohol o con algún líquido inflamable, después se acerca el mechero, enciende la mecha y, en milésimas de segundo, se ve envuelto en llamas que son sofocadas, casi al instante, por el agua de la ducha o por un extintor. Y es que los autores de semejantes escenas suelen tener como escenario el cuarto de baño de casa o bien tienen cerca una piscina para arrojarse de inmediato.

Nada de esto se hace sin ser grabado por la cámara del móvil para que el resto de internautas pueda ser testigo de la «proeza».

Así que, los que consiguen contarlo después de churruscarse logran sumarse al #fire challenge e inmediatamente suben el vídeo a Youtube o Facebook.

La última moda para presumir con los amigos tiene, sin embargo, graves consecuencias. Son muchos los jóvenes que precisan atención médica por las graves quemaduras que les causa un fuego que a veces no es tan fácil de controlar. Tampoco exhiben las secuelas en las grabaciones que difunden por la red. El caso más dramático es el ocurrido en EE UU a James Shores, de 15 años, que falleció el pasado 26 de julio tras no sobrevivir a las quemaduras de segundo grado que le ocasionaron quemarse a lo bonzo en su casa para sumarse al «fire challenge».

En otros casos las lesiones afectan de por vida a los adolescentes que juegan con su vida sin calcular las temibles consecuencias físicas. «Me prendí fuego y no pensé más», «seguía ardiendo después de haber apagado el fuego», «No te das cuenta, pero puedes quedar atrapado por las llamas y morir», aseguraban algunos jóvenes estadounidenses después de sufrir las consecuencias de lo que supone verse envuelto en llamas. En un caso reciente de un joven de 15 años de Kentucky, que sufrió quemaduras de segundo grado, tuvo que acudir la Policía a su rescate después de recibir una llamada de auxilio.

Ahora bien, ¿qué puede llevar a estos jóvenes a cometer tan inexplicables actos como éstos?

Los expertos tienen varias explicaciones. Para José Luis Carrasco, catedrático de Psiquiatría y jefe de la Unidad de Trastornos de la personalidad del Hospital Clínico San Carlos, las conductas de riesgo tienen en común que son «irracionales, aunque todas ellas buscan la sensación de estar al límite, la pura adrenalina, y esto saca a los jóvenes de la sensación de malestar por intolerancia a la monotonía». En su opinión, la búsqueda de sensaciones «es un fenómeno biológico que actúa como un antidepresivo y, si no las tienes, estás disfórico, es como si te faltara algo».

Pero detrás de todas estas escenas sin sentido Carrasco cree que hay un componente, sobre todo, de rabia. Quemarse no es un acto de masoquismo, sino una forma de manifestar la agresividad dirigida hacia los padres, la sociedad, las normas...Una forma de ir contra lo establecido». Por último, cree que otro componente a tener en cuenta en este tipo de actitudes es la mezcla de un sentimiento de vacío y desesperanza. «Hay una falta de sentido de la vida, de proyecto, y eso provoca desdén por las normas, da igual todo, incluso la vida, y eso te lleva a jugar con la muerte. Pero la rabia interna y el sentimiento de vacío son el núcleo de los trastornos de la personalidad de los chicos a partir de los 15 años».

El doctor en Psicología Valentín Martínez-Otero, cree que conductas aberrantes o perversas como éstas «responden a un afán de notoriedad en tanto en cuanto lo que se busca es que todo quede en la memoria visual». No obstante, este tipo de conductas «suelen ser más frecuentes entre consumidores habituales de drogas o alcohol, que se desinhiben y no son conscientes del riesgo que pueden correr».

«Neknomination»

Ingerir bebidas alcohólicas sin control y difundirlo en las redes

Esta práctica se basa en consumir bebidas alcohólicas de forma extrema mientras alguien lo graba. La finalidad del «Neknomination» (bebe y nomina) es subir el vídeo a la red y conseguir ser el más nominado en la clasificación. Este invento, que nació en Australia, y en el que el alcohol se mezcla en ocasiones con pasta de dientes o enjuague bucal, se está extendiendo entre jóvenes y estudiantes de todo el mundo. La preocupación se hace cada vez mayor tras la muerte de varios adolescentes por este peligroso juego. Por ahora, cuatro casos de víctimas mortales se conocen en Europa.

Ruleta del sexo

El concurso de penetrar con rapidez a una chica sin protección

Penetrar con rapidez a una chica sin ninguna protección. El que antes eyacule pierde. Éste es el juego de moda entre los adolescentes de varios países de Latinoamérica. Aunque dicha práctica comenzó a popularizarse en Colombia, ya se ha extendido a otros países como Perú y Venezuela. En este juego una chica puede llegar a ser penetrada por 15 chicos diferentes, por lo que las autoridades ya han dado la voz de alarma puesto que se están produciendo embarazos no deseados o algunos jóvenes han contraído enfermedades de transmisión sexual (ETS).

«Balconing»

Tirarse a la piscina desde el balcón de la habitación de un hotel

El balconismo, o más conocido como «balconing», en inglés, es una práctica que consiste en saltar entre los balcones de las habitaciones de un hotel o a la piscina directamente. Este fenómeno surgió entre jóvenes europeos, sobre todo ingleses, en el verano de 2010 en lugares turísticos de Mallorca e Ibiza principalmente. Esta práctica está motivada, en múltiples ocasiones, por altas ingestas de alcohol y otras sustancias en aquellos que lo practican, sin ser conscientes del peligro que conlleva. Y es que el número de fallecidos por precipitarse al vacío mientras realizaban esta dudosa proeza aumenta cada año.

«Mamading»

Felaciones a cambio de conseguir barra libre para todas las vacaciones

Al igual que el «balconing», este fenómeno se produjo por primera vez en las Islas Baleares. En concreto, en la zona de Magaluf (Mallorca). En esta práctica las mujeres pueden obtener barra libre en un bar a cambio de realizar una felación. Para ello se realizan concursos en los que se animan a las jóvenes a practicar felaciones a un determinado número de chicos presentes en el bar o discoteca. El premio por realizar este acto sexual es conseguir barra libre durante todo el periodo que duren sus vacaciones. En estos concursos el consumo de drogas y alcohol está muy presente en todos los jóvenes que acuden a estos lugares.

«Tampodka»

Tampones impregnados en alcohol

Uno de los últimos inventos de los jóvenes para consumir alcohol es meterse por el ano, en el caso de los chicos, y por la vagina, en el de ellas, tampones impregnados de esta sustancia. A este acto se le ha dodo el nombre de «tampodka» o «tampa on the rocks». Se utiliza porque con esta fórmula el alcohol pasa directamente a la sangre sin ser filtrado por el hígado y los efectos se aprecian más rápido. Así, es más barato que beber alcohol. Esta práctica puede presentar problemas para la salud. El origen de esta moda juvenil tuvo lugar en Estados Unidos y después se extendió por Iberoamérica, para llegar finalmente a Europa.