Felicidad

El hombre más feliz del mundo usa estas dos palabras todos los días

En Dinamarca, hay dos conceptos cotidianos que ayudan a reducir el estrés, aceptar lo que no se puede controlar y disfrutar de lo sencillo

El hombre más feliz del mundo usa estas dos palabras todos los días
El hombre más feliz del mundo usa estas dos palabras todos los díasUnsplash

Si alguien sabe de felicidad, es Meik Wiking. Considerado por The Times como "el hombre más feliz del mundo", es fundador del Instituto de Investigación de la Felicidad y del Museo de la Felicidad en Dinamarca. Su secreto no está en fórmulas complicadas, sino en dos palabras que repite a diario: hygge y pyt. Ambas reflejan una filosofía de vida centrada en el confort emocional, la resiliencia y el placer de las pequeñas cosas.

Más que buscar la felicidad como un destino, Wiking propone eliminar las fuentes de malestar y rodearse de lo que nos hace bien: momentos acogedores, relaciones genuinas, ambientes tranquilos. "Encuentra lo que te hace sentir en calma y abrígate con ello", resume. Pero incluso en Dinamarca, donde estos conceptos están profundamente arraigados, la felicidad tiene matices.

Hygge y Pyt: dos palabras para una vida más ligera

Hygge y Pyt: dos palabras para una vida más ligera
Hygge y Pyt: dos palabras para una vida más ligeraUnsplash

Hygge (se pronuncia hu-ga) es una de las palabras danesas más famosas del mundo. Más que "confort", implica una sensación de bienestar profundo: una manta caliente, una conversación íntima, una cena a la luz de las velas. Es ese momento en el que el cuerpo se relaja y la mente se siente segura. Todo puede ser hyggelig si nos conecta con el placer de lo simple.

Pyt, en cambio, se traduce como "no pasa nada" o "no importa". Es una forma de aceptar que no todo sale bien, y seguir adelante sin dramatizar. Este enfoque ayuda a rebajar la presión de la perfección, a relativizar los errores cotidianos y a reducir el estrés. Para Wiking, pyt es casi un superpoder emocional: un escudo contra la frustración.

La otra cara de los países nórdicos

La otra cara de los países nórdicos
La otra cara de los países nórdicosUnsplash

Aunque Dinamarca suele liderar los rankings de felicidad, los estudios también muestran que no todo es tan idílico. Según una investigación del Consejo Nórdico de Ministros, realizada junto al Instituto de Investigación de la Felicidad, el bienestar general oculta ciertas brechas, sobre todo entre la juventud.

Entre 2012 y 2016, se recogieron datos que revelaban que el 13,5% de los jóvenes en países nórdicos afirmaban estar "sufriendo". En Dinamarca, casi una de cada cuatro mujeres de entre 16 y 24 años reportó sufrir trastornos mentales. La salud mental, especialmente en la adolescencia, se presenta como una de las mayores barreras para el bienestar.

Felicidad realista: menos perfección, más conexión

La lección que deja este estudio no es que la felicidad en los países nórdicos sea un mito, sino que incluso los modelos más equilibrados enfrentan desafíos. La clave está en no idealizar, sino en aprender: los daneses no son más felices porque no tengan problemas, sino porque han construido herramientas culturales para afrontarlos.

Rodearse de personas queridas, crear espacios seguros, relativizar los errores y descansar con intención no solucionan todo, pero ayudan. Como diría Wiking, la felicidad no siempre se persigue… a veces, se cultiva en silencio.