Religión
La Iglesia: sí a la Constitución y a los jueces, no a la crispación
Los obispos aprueban un mensaje que llama a evitar «posiciones excluyentes»
Más Constitución y menos crispación. Más respeto al poder judicial y menos polarización. Son las reglas del juego que los obispos españoles piden a los políticos que se respeten, con el ojo puesto en la Moncloa. Este jueves la Conferencia Episcopal Española compartió un mensaje aprobado en la Asamblea Plenaria que se celebra hasta el viernes en Madrid en el que se alienta a "un diálogo social entre todas las instituciones que cultive la escucha y evite posiciones inflexibles y excluyentes".
Esta nota da continuidad al discurso pronunciado el lunes por el presidente de los obispos, el cardenal Juan José Omella, en el que instó a sus hermanos de bancada a «que nuestra astucia o prudencia –que no ha de ser entendida como equidistancia– esté dirigida a construir puentes en lugar de muros, a sanar en lugar de herir». Las palabras del arzobispo de Barcelona llegaban después de que algunos obispos se embarraran en la arena mediática mostrando un rechazo frontal a los pactos del Gobierno de Pedro Sánchez.
Basta con echar un vistazo al documento para ver cómo parte de la diplomacia vaticana en el lenguaje de ofrecer orientaciones sin pontificar ni dejarse atrapar por siglas o intereses partidistas que pudieran vincular a la Iglesia con una única ideología, cuando hay católicos en todo el arco demoscópico y territorial. Así, el texto, como la intervención de Omella, evita con "finezza" la palabra "amnistía" y sus aledaños. Pero deja claro los límites de acción para el Episcopado: "Nuestra Carta Magna consagra la separación de poderes y la libertad e igualdad de todos los ciudadanos, al tiempo que garantiza la realización efectiva del principio de solidaridad". Desde ahí, hacen un llamamiento a cómo "los acuerdos deben respetar la dignidad de la persona, el bien común y los principios de subsidiariedad y de solidaridad".
A la par, la Iglesia le recuerda al Ejecutivo de coalición su compromiso la defensa del Estado de Derecho y el respeto a independencia la judicatura. Para ello, se remiten al documento emitido en 2006 llamado "Orientaciones morales ante la situación actual de España": "Es absolutamente necesario que sea perfectamente respetado el recto funcionamiento de las diferentes instituciones. Para la garantía de la libertad y de la justicia, es especialmente importante que se respete escrupulosamente la autonomía del Poder Judicial y la libertad de los jueces".
Con estas premisas para los poderes públicos, la nota implica también a los católicos y a los propios obispos. Y lo hacen convencidos de que el Evangelio "nos compromete a todos a actuar en conciencia por la verdad y el bien del prójimo, a trabajar con esperanza en favor del encuentro en la convivencia pacífica y el respeto mutuo, excluyendo toda violencia, cultivando el perdón cristiano y la reconciliación, y estimulando el ejercicio de la caridad social y política". "La concordia y la comunión siguen siendo posibles», se sentencia frente a «la polarización ideológica, la crispación social y los episodios de desencuentro".
"Inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia», los obispos echan mano tanto del magisterio de Francisco como de Benedicto XVI para «vivir la comunión en la diversidad". "Esto conlleva fomentar la cultura del encuentro, es decir, buscar puntos de contacto, tender puentes", se subraya en la nota.
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