Salir con otro, factor de riesgo de violencia de género

Cada vez que una persona muere víctima de la violencia de género denota que algo está fallando, máxime si previamente la víctima o sus familiares habían interpuesto una denuncia al agresor. Con el fin de tratar de evitar al máximo de lo posible que casos así puedan volver a darse, ayer el Gobierno anunció una mejora en las evaluaciones que llevan a cabo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para analizar el riesgo de una víctima de violencia de género. En la actualidad, el protocolo que tienen los policías para recomendar que a una mujer se le pongan los recursos policiales necesarios contaba con 16 indicadores de vulnerabilidad, que en seis meses pasarán a ser 39, agrupados en factores.

Los celos serán un nuevo factor, por lo que pasan de ser una sola pregunta a un conjunto de cuestiones para mejorar la valoración. En concreto, las fuerzas del orden preguntarán a la víctima si en los últimos seis meses el agresor ha mostrado celos exagerados sobre ella o tiene sospechas de infidelidad, también si éste muestra conductas de control y, en caso afirmativo, dónde, ya que un agresor puede controlar a la víctima limitando sus movimientos, pero también haciéndolo psicológicamente, así como en el ámbito escolar-laboral o en el entorno económico. Además, también se atenderá si el agresor utiliza para su acoso las nuevas tecnologías, mediante el control de las redes sociales, los mensajes, las llamadas o los contactos. Algo clave, sobre todo en el caso de las víctimas más jóvenes.

Aspectos individuales

Además, el nuevo cuestionario tendrá en cuenta aspectos individuales de las víctimas. De este modo los agentes tendrán en cuenta si ésta sufre una discapacidad, si está en periodo de gestación, si tiene una enfermedad grave o un trastorno mental o psiquiátrico diagnosticado.

Y como no es lo mismo contar o no con apoyo familiar, también se tendrá en cuenta si la víctima es extranjera o si carece de apoyo social o familiar favorable. A su vez, los agentes tendrán en cuenta si la mujer muestra intentos o ideas de suicidio, si sufre una adicción o si tiene antecedentes familiares de violencia de género. Un aspecto, éste último, clave, ya que las víctimas que han sufrido violencia de género pueden normalizar aspectos dañinos al haberlos vivido durante su infancia, por ejemplo.

Evolución del riesgo

Respecto a la valoración de la evolución del riesgo de vulnerabilidad de la víctima, en los nuevos formularios también se contemplará si la mujer ha entablado una nueva relación sentimental no aceptada por el agresor, así como si el agresor ha entablado una nueva relación, también si la víctima tiene menores o familiares a su cargo, y si está en trámites judiciales de separación y/o divorcio no deseados por el agresor, un aspecto éste último crucial y no sólo para la víctima, sino también para los hijos de ambos. Y es que aún está muy presente la macabra tragedia ocurrida en Villayoyosa (Alicante), cuando Carlos Alberto Soler García decidió acabar con la vida de su madre, de su hijo y de su hijastra hiriéndolos con arma blanca y después quemando la casa rural con él también dentro. Y es que ese mismo día Carlos tenía cita por la tarde con el abogado para firmar las condiciones de divorcio.

El protocolo incluye a su vez indicadores demandados relacionados con la situación laboral de la víctima y de su agresor y factores de peligrosidad de éste. Pero todo ello no será hasta la próxima legislatura, como precisó ayer el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez. Y es que en breve comenzará su fase de pruebas, unos «seis meses», al cabo de la cual podrán empezar a usarse.

Respecto a si esta reforma de los cuestionarios llega o no tarde, desde el Ejecutivo se explicó que aunque el 7 de abril de 2014 los ministerios de Interior, Justicia y Sanidad acordaron crear un grupo de trabajo para revisar el actual Protocolo de Valoración del Riesgo (en el que ya se anunció que se iba a tener en cuenta tener una discapacidad, ser menor de edad o tener menores a cargo), lo cierto es que habida cuenta de la trascendencia que tiene esta valoración policial, se ha realizado una revisión exhaustiva de la bibliografía científica (nacional y extranjera) sobre valoración de riesgo, se han analizado los indicadores existentes por si alguno pudiera ser desechado (como así ha sido) y se han tenido en cuenta las sugerencias aportadas por los agentes policiales mientras atendían casos reales.

Y es que no se trata de una mera actualización del protocolo, sino de una revisión de profundo calado con un único objetivo: ayudar mejor y antes a las víctimas de la violencia de género. Algo clave, cuando ya son 24 las mujeres fallecidas en lo que ya de año por esta lacra, y otras ocho en investigación, según datos de Sanidad; una cifra que poco o nada tiene que ver con la que aportan las asociaciones que luchan contra la violencia de género.

A la «guerra» de cifras se suma la utilización partidista de la violencia de género. En este sentido, el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, explicó que muchas de las medidas pedidas esta semana por el PSOE ya están hechas. En cuanto a las partidas económicas, Alonso recordó que «el PSOE presupuestó en su último año 30 millones, pero ejecutó 26,7 y que en cambio el PP tiene 25,22 millones pero han aumentado los servicios y los recursos» con el fin de llegar mejor y a más mujeres. La última propuesta del PSOE: incrementar la partida en la lucha contra la violencia de género a 100 millones de euros. Algo de lo que seguramente se debatirá en la comparecencia en el Congreso que ha pedido Alonso para analizar los «retos de futuro» en la lucha contra la violencia de género.

Los anteriores 16 indicadores

VIOLENCIA

- En lo que a agresión se refiere, el protocolo vigente hace seis preguntas sobre la violencia al preguntar a la víctima si el denunciado ejercía violencia psíquica y/o física (con o sin lesiones), si la agresión es sexual, si emplea armas contra ella, si recibe amenazas o el agresor tiene planes dirigidos a causar daño físico o psíquico, y si se repiten o van en aumento las agresiones. Además, también incluye una pregunta sobre daños sobre la vivienda, bienes u otros objetos

INCUMPLIMIENTOS

- El cuestionario vigente pregunta también si el agresor incumple las disposiciones judiciales cautelares y si está quebrantando las penas o medidas penales de seguridad.

CONDUCTA

- Una de las valoraciones actuales es si el agresor muestra una conducta desafiante y/o de menosprecio hacia la autoridad, sus agentes o hacia la víctima en su presencia. También si muestra celos exagerados y/u obsesión por la víctima, si hay problemas patentes en la relación de pareja, problemas laborales o finacieros del agresor, tendencia suicida de éste, y si abusa de sustancias tóxicas.

Alertcops, una «app» para denunciar los delitos de violencia

En la actualidad la aplicación Alertcops permite denunciar a golpe de clic un robo, un asalto, una agresión, un acto vandálico, acoso escolar, una pela o la desaparición de una persona. Y en un futuro próximo también incluirá un icono para poder denunciar a las fuerzas policiales los delitos de violencia de género, tal y como avanzó el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez. Esta aplicación, puesta en marcha en 2014, permite que al pinchar en el icono las fuerzas del orden obtengan los datos de geolocalización, y así poder ir más rápido a prestar ayuda a la víctima.