Embarazo
Juzgan a una acusada de tirar a su hija recién nacido por la ventana del patio interior
La Audiencia Provincial de Madrid juzgará a partir del próximo miércoles a una acusada de tirar por la ventana de su patio interior a su hija recién nacida, a quien dio a luz en la bañera de su casa. Sonia F. R. será juzgada por un delito de asesinato en grado de tentativa, por el que el Ministerio Público solicita una pena de nueve años y seis meses de prisión.
Según el fiscal, la procesada dio a luz en el baño del domicilio que compartía con sus padres, a las cinco de la madrugada del 24 de diciembre de 2013, a una niña sana con un peso de tres kilogramos. La acusada ya tenía otros dos hijos menores de edad, de ocho y cinco años, y como quiera que no deseaba más, tras cortarle al recién nacido el cordón umbilical y envolverlo en un pantalón, lo arrojó por la ventana de la cocina al patio interior del edificio.
El bebé cayó desde una altura de 1,70 metros, ya que la vivienda se encuentra en la planta baja. La madre de la procesada, que como el resto de la familia desconocía que su hija estuviera embarazada, se despertó y la encontró bañada en sangre en el cuarto de baño. De inmediato su padre la llevó al hospital. Ya eran las 7 de la mañana. Una hora después, a las 8 de la mañana, la madre salió al patio a recoger una ropa del tendedero. Observó que algo se movía y descubrió que se trataba de un recién nacido. Sin pérdida de tiempo llamó a los servicios de emergencia, que al llegar encontraron a la niña ya en el interior del domicilio en parada cardiorespiratoria y con hipotermia profunda (26 grados centígrados).
Las maniobras de resucitación y reanimación cardio pulmonar consiguieron latido y las posteriores de canalización de la vía umbilical y tratamiento multisistémico lograron el mantenimiento de las constantes vitales. La menor estuvo hospitalizada 74 días, si bien nunca podrá recuperarse plenamente de los efectos de la hipotermia. Hasta que alcance el pleno desarrollo no podrá saberse las disfunciones físicas o psíquicas que padece. La procesada padece un retraso mental moderado que afectó a su capacidad de valorar de forma plena el alcance de los hechos cometidos, aunque este retraso no anulaba sus facultades intelectivas y volitivas.
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