Varios usuarios bromearon con el juego de Nintendo y la posibilidad de poder encontrar a Maddie con la aplicación. Otros apuntaban a la posibilidad de que si todos los jugadores ayudaran a buscarla, la encontrarían rápidamente

Las redes sociales siguen siendo una forma de hacer bromas de mal gusto, insultar o amenazar de forma anónima. Los ejemplos son cientos cada día. Una de las bromas macabras que más ha indignado a los británicos ha sido la de Scott Rennie, que compartió en Twitter un fotomontaje en el que aparecía la foto de Madeleine McCann -desaparecida desde 2007- dentro de la interface del juego de Pokemon Go, como si fuera uno de sus personajes y lo hubiera atrapado. Además, lo acompañó del mensaje: "he tropezado con un Pokémon muy raro".

El juego fue lanzado el pasado jueves en Reino Unido y Rennie no perdió el tiempo para hacer daño a la familia de Maddie. Sin embargo, no fue el único caso porque Martin Langley siguió por la misma línea y escribió en su perfil de Twitter: "Si todos aquéllos que están jugando al Pokémon Go buscaran a Madeleine McCann en lugar de a Pikachu, ya la habrían encontrado". @FletcherHenry también apuntó que "Madeleine McCann habría sido encontrada si fuera un Pokémon"o @Merajurr que preguntó qué pasaría si alguien encontrara a la pequeña Maddie accidentalmente mientras juega a la aplicación de realidad aumentada de Nintendo.

Peter Humphrey (@AFCBPETER), por su parte, dijo: "Giro argumental. Ir a coger un Pokemon y encontrar a Madeline"

If Madeline Mccann was a pokemon they might actually find her????

Madeline McCann would have been found if she was a Pokemon.

What if someone accidentally finds Madeline McCann by playing Pokemon Go ??

Plot twist. Go out to catch a Pokemon, find Madeline McCann.

pic.twitter.com/Ft25emvBfF

Madeleine McCann desapareció en Praia da Luz en el año 2007. La niña tenía tres años y desapareció del apartamento en el que pasaban las vacaciones mientras los padres estaban cenando con unos amigos en un lugar cercano. Después de nueve años de investigación y numerosos interrogatorios, el caso vuelve a estar en punto muerto después de que las ínvestigaciones realizadas durante el pasado año en Portugal no lograran esclarecer los hechos ni dar con el responsable.