España

Los médicos dispensan cada día 410.000 recetas menos que antes de la implantación del copago

La demanda de prescripciones en España ha pasado de 1.000 millones de recetas en 2012 a apenas superar ahora las 850 millones de recetas al año.

La demanda de prescripciones en España ha pasado de 1.000 millones de recetas en 2012 a apenas superar ahora las 850 millones de recetas al año. Este descenso en el número de recetas dispensadas se debe, principalmente, a la implantación del régimen de copago, "el cual ha tenido un efecto estructural de contención del crecimiento de la demanda de recetas", según Farmaindustria.

Así, en el periodo de 12 meses que media entre la entrada en vigor de este nuevo régimen de copagos farmacéuticos y junio de 2013, se produjo un descenso tendencial de la demanda de recetas que alcanzó los 12 millones de prescripciones menos al mes. Tras superar los 12 primeros meses en la aplicación del nuevo copago y un repunte transitorio de seis meses, el consumo de recetas se ha estabilizado desde comienzo de 2014, según recoge el Boletín de Coyuntura del Mercado del Medicamento en España Número 113 de los que publica mensualmente Farmaindustria.

Por otro lado, el Boletín también recoge que, aunque la inversión en I+D de la industria farmacéutica radicada en España mantiene una cierta inercia, lo cierto es que 2013 fue el cuarto año consecutivo en el que se registró una ligera caída. Las compañías farmacéuticas asentadas en España invirtieron 928 millones de euros en I+D en 2013, lo que supone un descenso del 4,6% con respecto al año anterior. Esta caída, sumada a la de los tres ejercicios anteriores, se justifica, en gran parte, por la pérdida de ingresos por ventas de los laboratorios en España como consecuencia de las medidas de regulación implantadas desde el año 2010.

"En este sentido, existe una fuerte correlación entre la evolución de las series de gasto farmacéutico público y de gasto en I+D farmacéutico", sostiene Farmaindustria. Por consiguiente, la patronal de los laboratorios asegura que la fuerte caída del mercado farmacéutico español de los últimos años –sumado a la falta de expectativas concretas de mejora- ha provocado que las empresas necesiten reajustar sus estructuras de costes.

También advierte de "la importancia de diseñar políticas que permitan crear un entorno y unas expectativas favorables en los sectores industriales más intensivos en investigación, unas políticas que no penalicen su contribución en esta área y que permitan una explotación adecuada de todas sus potencialidades. Todo ello, cabe destacar, en un contexto en el que España está volviendo a la senda del crecimiento económico".