Comunidad de Madrid

Los menores de 3 años no irán a residencias

La Razón
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La ministra de Sanidad también ha insistido en varias ocasiones en el interés de la Administración por evitar que los menores estén institucionalizados y permanezcan demasiado tiempo en residencias, sin una familia que les dé estabilidad. De ahí que en el documento que hoy aprobará el Gobierno se incluya un artículo que busca reducir la cifra de menores que viven en residencias en nuestro país y que hoy asciende a 14.000, de los 35.000 que el Estado mantiene bajo su tutela. El texto de Sanidad asegura que «prevalecerá la medida de acogimiento familiar sobre la de acogimiento residencial para cualquier menor, especialmente para menores de 6 años. No se acordará el acogimiento residencial para menores de 3 años salvo en supuestos de imposibilidad debidamente acreditada de adoptar otra medida protectora o cuando esta medida no convenga al interés superior del menor». Del mismo modo, también quieren evitar que los pequeños pasen demasiado tiempo bajo este tipo de medidas de acogimiento, así que los menores de 6 años no pasarán más de tres meses en estos centros. «Hay demasiados niños de cero a tres años que viven en centros de acogida y les afecta en su desarrollo, sufren más trastornos del vínculo», afirma la experta en Infancia Mara Cuadrado. Este tipo de problema es el que se crea cuando al menor le cuesta crear una relación de apego con los adultos y «cuando menos tiempo pasan con una familia, más difícil es crear ese vínculo. Además hay que tener en cuenta que se pasan demasiado tiempo rodeados de educadores que van cambiando dependiendo del turno». Es cierto que, como explica la experta el número de niños que viven bajo centros de tutela estatal no ha variado en los últimos años, «donde sí que encontramos ciertas diferencias es en la conducta de los menores. Cada vez tienen más problemas de actitud». Para evitar esta institucionalización, en la Comunidad de Madrid ya se han puesto en marcha diferentes programas como el acogimiento remunerado para los niños más pequeños para los que «la selección debe ser exquisita» para evitar fraudes. Otra iniciativa es la del acogimiento temporal en vacaciones, que lleva cuatro años funcionando en Madrid y que ayuda a que los niños rompan con la rutina de los centros estatales. Eso sí, «siempre se les deja claro que no es su familia porque muy pocos casos de acogimiento terminan en adopción».

No obstante, a pesar de todas estas propuestas, Cuadrado asegura que «los niños pasan demasiado tiempo en los centros de menores porque en muchas ocasiones se les da demasiado tiempo a los padres biológicos para poder volver a formar una familia con sus hijos y hay casos en los que los que sufren una adicción no terminan de recuperarse y los niños permanecen eternamente en los centros de acogida. Y es que los padres no son capaces de dar el paso y dar a sus hijos en adopción».