Londres
30.000 contaminantes químicos en los ríos de Europa
El último informe de las instituciones comunitarias reclama cambios en los actuales sistemas de vigilancia y de control
Los vertidos químicos al mar siguen siendo la principal fuente de contaminación de las aguas. Según los datos que se manejan en la Unión Europea, existen cerca de 30.000 sustancias químicas a la venta en el continente cuya producción supera la tonelada al año.
Y cada año se suman a esta lista nuevas sustancias. Una gran parte de ellas acaban siendo vertidas a mares, ríos y estuarios repercutiendo negativamente en los ecosistemas -en superficie o sumergidos- donde se depositan, informa Tendencias 21.
Por ello, en el último documento elaborado por el Marine Board y la Fundación Europea de la Ciencia (ESF), se señala la necesidad de redoblar los esfuerzos en lo relativo a la vigilancia y la reglamentación de los contaminantes químicos hallados en los mares de Europa.
En el informe, titulado Monitoring Chemical Pollution in Europe's Seas: Programmes, Practices and Priorities for Research (Vigilancia de la contaminación química en los mares de Europa: programas, prácticas y prioridades para la investigación), se realiza una instantánea de los marcos normativos y los programas de vigilancia que existen en el continente europeo.
Los autores subrayan que existen carencias significativas, que no abarcan en su totalidad los contaminantes potencialmente dañinos y sobre todo que la legislación está bastante retrasada con el uso de nuevos productos químicos de uso industrial reciente.
Armonización insuficiente
Por ello, los redactores del texto subrayan la necesidad de "alcanzar un mayor grado de cooperación, coordinación y armonización entre las labores de seguimiento"realizadas en la actualidad y las que están en proceso de desarrollo. De este modo- inciden los autores- se evitará la "duplicación de esfuerzos y el desaprovechamiento de conocimientos especializados, y se logrará que en Europa se aplique una serie de estándares comunes".
Al mismo tiempo, entiende que es necesario poner en marcha procedimientos comunes más sofisticados para la evaluación del riesgo medioambiental sofisticados y más integrados con el fin de determinar los efectos de las sustancias químicas en los distintos sectores de los ecosistemas costeros y en alta mar.
Los controles que se aplican hasta ahora se basan, según el informe, en medir la concentración de sustancias químicas en el agua, pero no resultan los suficientemente sofisticados para detectar la presencia de todas las sustancias y, sobre todo, poco eficaces para conocer sus verdaderos efectos sobre las personas y los ecosistemas. Por ello recomiendan aplicar métodos más completos y fiables que arrojen una visión más real de lo que está pasando con esos vertidos.
Colin Janssen, de la Universidad de Gante (Bélgica), uno de los coordinadores del informe afirma que "para ser verdaderamente eficaces, los programas de vigilancia tendrán que ser dinámicos y tener en cuenta la lista de contaminantes químicos -que no deja de crecer-, los efectos de los distintos contaminantes en los organismos, ecosistemas y procesos pertinentes, y también dedicar esfuerzos y recursos en función del riesgo percibido".
Por último, el documento señala que existe "un nivel de concienciación muy limitado"de estas presencias nocivas para nuestra salud, pesar de que las encuestas indican que la contaminación se aúpa a los primeros puestos de los ránkings cuando se pregunta a los europeos por la salud del medio ambiente marino.
Más información en Tendencias 21
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