Boy, «ninguno como él»

Boy era el perro de Elvira. Tenía 13 años cuando tuvieron que sacrificarlo, ya que nació con problemas en una pierna y ya no podía caminar. Este año ha sido muy triste para la familia, porque «nunca tendremos un perro como él». Este Golden Retriever era «dorado, con mucho pelo y muy grande; es el típico de las películas», comentaba su dueña. Además, era «muy bueno y tranquilo», hasta dormía con el gato que tiene Elvira. Como cualquier perro de su raza, Boy era sociable y le encantaba jugar. «Era un perro muy familiar y noble», destacaba. Como Elvira es una amante incondicional de los animales, ahora tiene a Lalo, un perro que adoptó de una perrera en donde lo iban a sacrificar. Este nuevo amigo fiel, pese a que tiene deficiencias en un ojo, vive feliz junto a su nueva familia desde hace dos meses. Aún así, Elvira nunca sacará a Boy de su corazón.