Europa

Belleza

Cosméticos sin química artificial gracias a las enzimas

Una mujer maquillándose con uno de los productos en el mercado
Una mujer maquillándose con uno de los productos en el mercadolarazon

Se ha puesto en marcha un proyecto dotado con 7 millones de euros por la Unión Europea con el cometido de sustituir las técnicas de producción química de cosméticos por alternativas ecológicas. De esa manera, los artífices del proyecto OPTIBIOCAT confían en proporcionar al sector de los cosméticos naturales el grado de sofisticación técnica necesaria para atender las crecientes exigencias del consumidor, que demanda productos naturales y respetuosos con el medio ambiente.

En los últimos años ha crecido de forma excepcional el mercado de los cosméticos naturales en Europa, lo que se debe principalmente a la demanda, por parte del consumidor, de ingredientes orgánicos y a su mayor concienciación sobre la necesidad de evitar sustancias nocivas como son los parabenos. A raíz de ello, farmacias, supermercados e incluso cadenas de descuento han introducido marcas de productos cosméticos naturales, popularizando así lo que antes era un producto muy especializado.

Según analistas, la demanda mundial de cosméticos naturales fue superior a 5 800 millones de euros en 2012 y se espera que llegue a nada menos que 10 100 millones de euros en 2018, informa la agencia de la UE Cordis.

Pese a todo, los cosméticos naturales siguen suponiendo una porción pequeña de las ventas totales de cosméticos en Europa. Un motivo es la ausencia de normas establecidas, motivo por el que los productos legítimos han de competir con aquellos cosméticos convencionales que aún pueden etiquetarse como naturales por el hecho de contener algún ingrediente de origen natural. Otra razón es la falta de alternativas viables a las técnicas de producción química. Aquí es donde entra en juego el proyecto financiado por la Unión Europea OPTIBIOCAT.

Esta iniciativa, que corre a cargo de un consorcio muy variado de dieciséis socios de ocho países europeos y estará en marcha entre 2013 y 2017, suministrará a las empresas del sector el conocimiento y la pericia necesaria para implantar procesos ecológicos y utilizar nuevos ingredientes naturales. Ello se conseguirá, principalmente, empleando enzimas (catalizadores celulares que controlan las reacciones que se producen en las células y que incrementan la velocidad a la que se producen estas reacciones) en lugar de los productos químicos convencionales.

Estos biocatalizadores precisan menos pasos de producción y pueden funcionar a temperaturas más bajas, reduciendo así el gasto energético y efectos no deseados como malos olores. Además, las enzimas son específicas para el tipo de reacción que catalizan, sin generar residuos ni subproductos.