América

Madrid

Desvelado el secreto de los pingüinos para no congelarse

Un ejemplar de pingüino Humboldt
Un ejemplar de pingüino Humboldtlarazon

Los pingüinos, como otros tantos animales acostumbrados a vivir a bajas temperaturas, tienen sus organismos adaptados al ambiente. En el caso de algunos pocos de ellos, como los pingüinos, el reto es en concreto convivir en todo momento con el hielo sin sufrir los efectos que causaría por ejemplo en los humanos. ¿Cómo lo consiguen?

Un estudio recogido por la revista Science ha desvelado la existencia de estructuras microscópicas en las plumas de pingüinos de Humboldt, que viven en las playas rocosas en la costa oeste de América del Sur, y que les impiden la formación de hielo sobre la piel.

Estos animales nadan en temperaturas bajo cero en aguas hacia el norte desde el Océano Antártico, pero sus plumas rara vez tienen hielo, lo que les impediría moverse con soltura, en una suerte de efecto “antifrost” que intrigaba a los investigadores.

Por ello, un grupo de biólogos examinó piezas de las plumas de varios de estos pingüinos a través de un microscopio electrónico de barrido, y hallaron que están llenos de púas entrelazados de pequeño tamaño, a escala micrométrica, según ha recogido la revista especializada The Journal of Physical Chemistry C.

Este material crea una densa red de fibras que el agua no puede penetrar y que también atrapa las burbujas de aire que evitar la transferencia de calor, con lo que evita el agua se congele en la superficie de la pluma. No obstante, al indagar a una escala aún más pequeña, los investigadores encontraron pequeñas arrugas en la superficie de estas púas, y concluyeron que en estos pequeños espacios también se atrapan bolsas de aire, que disminuyen la cantidad de área de contacto entre la pluma y la pequeña gota.

Lo más interesante de este estudio es que inspirados en estas investigaciones los investigadores crearon una membrana de nanofibras pequeñas superpuestas con una capacidad para anular el hielo similar, que pueden abrir la puerta a nuevos materiales resistentes al hielo para aplicarlos sobre los seres humanos.