Menores obligados a ir de huelga en Baleares

Al menos un centenar de padres han expresado su malestar en Baleares en las últimas horas. ¿El motivo? Si no hubiera sido por las imágenes de televisión, no se habrían enterado de que sus hijos habían participado en las huelgas y manifestaciones que se están celebrando en las islas contra el decreto del Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL), y que han supuesto que en varios centros no se esté dando clase desde el inicio del curso escolar el pasado viernes.

Las quejas han sido recibidas por la Fundación Círculo Balear, que ha detectado los casos en varios colegios de las islas, entre ellos en los institutos Marratxí (en la localidad del mismo nombre) y Pau Casasnovas de Inca (Mallorca), así como en los colegios de Infantil y Primaria de Blanquerna y Pràctiques (ambos en Palma). Según explica Jorge Campos, presidente de la fundación, los padres dieron permiso para que sus hijos participaran en actividades extraescolares. Sin embargo, lo que no se podían figurar es que entre éstas se incluiría la manifestación frente al Parlamento balear. Una protesta convocada, entre otros, por los sindicatos STEI, la Federación de Enseñanza de CC OO y la Asamblea de Docentes –«vinculada al independentismo catalán», señala Campos–. Al grito de «dimisión» y «mentirosos», alrededor de 2.500 personas mostraron su rechazo por los recortes en Educación y por el TIL, texto impulsado por el Govern que tiene como objetivo que los alumnos de la enseñanza pública y concertada no universitaria conozcan las dos lenguas oficiales –catalán y castellano– y una tercera extranjera –preferentemente el inglés–. Una medida, el trinlingüismo, que nace para evitar la política de inmersión lingüística en las islas. Según datos del Govern, el seguimiento alcanzó el 22%, mientras que los sindicatos lo cifran en un 90%.

Los padres denuncian que, nada más llegar a los colegios, donde en teoría se les garantizan los servicios mínimos, se ha uniformado a los niños con camisetas verdes –la prenda «oficial» de la protesta– y se les ha subido en un autobús con destino a las manifestaciones. Campos asegura que algunos docentes han ejercido de «piquetes informativos», mientras que otros aducían que no dejaban a los niños en los colegios «porque podían aburrirse». La situación se ha puesto tensa en varios centros. Algunos padres han intentado impedir que los docentes pusieran a los niños camisetas verdes. Otros profesores avisaban a los progenitores –«si los dejáis aquí, les ponemos la camiseta», decían –, mientras que varios les pedían que «trajeran directamente una camiseta verde de casa». ¿El resultado? «En las protestas podía a verse niños de los 3 a los 16 años», afirma Campos.

Cuando los niños toman la calle

Las últimas huelgas educativas –hasta cinco, contando con la que se celebrará en octubre– y las protestas de Baleares, en la que los menores han cobrado protagonismo, han puesto sobre la mesa el debate: ¿tienen los estudiantes derecho a secundar una huelga o se trata de «novillos colectivos»? Este aspecto fue estudiado por el Ministerio de Educación en la elaboración de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). De hecho, la ley vigente (la LOE) permite que los alumnos, a partir de 3º de la ESO, puedan faltar a clase por este motivo. Sin embargo, este punto se ha quedado fuera del texto.