Increíble historia

Una mujer de 77 años "resucita" en Galicia: "No dábamos crédito"

El personal sanitario que la atendió en el domicilio le tomó la tensión y las constantes vitales y certificó la muerte

Enfermera sosteniendo ambas manos de una mujer mayor.
Enfermera sosteniendo ambas manos de una mujer mayor.dreamstime

Una mujer de 77 años de edad, María Berta Rodríguez, fue dada por muerta por los servicios sanitarios que acudieron a su casa a atenderla, pero al poco tiempo despertó y "resucitó" ante el asombro de todos los que la rodeaban. Esta increíble historia ocurrió hace varias semanas en A Pobra do Caramiñal (A Coruña) pero ha trascendido ahora.

Según cuenta su hijo Kiko a La Voz de Galicia, María, diabética y operada del corazón, se encontraba desayunando en su casa cuando, de repente, se desplomó. Llamaron a los servicios médicos pensando que se trataba de un bajón de azúcar.

Sin embargo, cuando los sanitarios llegaron a la vivienda, tomaron la tensión y las constantes vitales a la mujer y comprobaron que “estaba muy fría y no reaccionaba”, por lo que certificaron su muerte. “Estaba muy fría, se puso de un color blanco cenizo, con los labios como transparentes, y entonces sí que comprendí que era verdad, que ahora sí que se iba”, relata.

Ante esta situación, el hijo de la "fallecida" pidió a los sanitarios que no se llevaran el cuerpo de su madre al hospital ya que él prefería ponerse en contacto directamente con la funeraria. El "cadáver" de su madre se encontraba todavía en el suelo de la cocina y pidió que le ayudaran a trasladarlo a la cama.

Fue allí en la habitación, mientras Kiko lloraba a su madre, cuando María Berta volvía a la vida minutos después de que los servicios de emergencia certificaran su defunción. “Empezó a moverse y nos quedamos todos acojonados, no dábamos crédito”, relata el hijo.

La mujer fue trasladada en una ambulancia al hospital. Allí confirmaron que lo que había sufrido era un síncope. Afortunadamente todo quedó en un susto y al día siguiente María Berta ya estaba de vuelta en casa. Tras el mal trago vivido, Kiko, recuerda como cuando su madre resucitó tuvo que volver a llamar a su hermano para decirle que ya no fuera a casa, que mamá estaba viva. "Él no me creía, pensaba que se lo decía para que no se apurara y viniera más tranquilo".