Sanidad

«Las mujeres debemos ser conscientes de que, si existen oportunidades, no debemos dejarlas pasar»

Almudena Santano es enfermera. Desde el pasado mes de julio ocupa la gerencia del Hospital Infanta Cristina de Parla (Madrid). Participa en esta entrevista en el marco del Día de la Mujer. Considera que, para llegar a puestos de alta dirección, debe haber «trabajo duro: esfuerzo, formación y experiencia».

Almudena Santano Magariño, directora gerente del Hospital Universitario Infanta Cristina de Madrid
Almudena Santano Magariño, directora gerente del Hospital Universitario Infanta Cristina de MadridCedida

El liderazgo femenino es una cuestión de eficiencia y rentabilidad. Según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las empresas con una mayor representación femenina en puestos de alta dirección pueden incrementar sus ganancias hasta en un 20%. Almudena Santano defiende que las mujeres aportan una visión holística, una mayor inteligencia emocional y una capacidad de gestión clave en entornos de alta presión, cualidades esenciales para la toma de decisiones estratégicas. A pesar de esta evidencia que respalda su impacto positivo, todavía estamos en el camino hacia la verdadera equidad. ¿Cómo se puede cambiar esta realidad?

¿Por qué cree que la mujer está menos representada en puestos directivos?

Fundamentalmente, creo que es debido a que el rol de género sigue asociando la mujer a los cuidados, tanto de hijos como de padres. Quizá también se nos exige más para demostrar nuestra valía en relación con nuestros compañeros. A veces tenemos que demostrar mayor competencia y enfrentarnos a críticas más severas. Ese sesgo de género puede generar la percepción de que somos menos aptas en entornos de alta presión. Y, aunque las políticas de igualdad están mejorando esto - Ahora, por fin, los hombres empiezan a asumir la paternidad- sigue habiendo un largo camino hacia la verdadera equidad.

¿Qué aspectos considera clave para llegar a puestos de alta dirección?

Fundamentalmente, debe haber trabajo duro: esfuerzo, formación y experiencia. Yo, por ejemplo, he pasado por muchos puestos directivos y de responsabilidad. Pero también es básico que haya apoyo familiar. Y, tercero, tener oportunidades y no dejarlas pasar. He visto a muchas mujeres decir que no porque priorizan su vida familiar, lo cual es totalmente respetable, pero esas oportunidades no siempre vuelven. A mí esta oportunidad me llegó desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, un nombramiento que ha supuesto romper dos techos de cristal: el de ser mujer y el de ser enfermera en la alta gestión.

Precisamente, las enfermeras suelen estar más representadas en los cuidados o, incluso, en la investigación. ¿Qué opina sobre su papel en la gestión hospitalaria?

Sin duda, las enfermeras tenemos un valor añadido en la sanidad: nuestra formación en el cuidado nos da una visión global y holística de las necesidades de la sociedad. Y es que, vivimos en una sociedad cada vez más envejecida. En los hospitales, el 60-70% de los pacientes tiene más de 75 años. Tener enfermeras en puestos directivos permite aportar una visión multidisciplinar y detectar aspectos que quizás desde otras profesiones no se ven.

¿Qué iniciativas cree que podrían fomentar el liderazgo femenino en tu organización?

Yo soy una defensora de los programas de mentoría, pero también es importante desarrollar políticas de conciliación, encontrar maneras de equilibrar la vida personal y profesional, y fomentar una gestión basada en la transparencia. Además, se necesita un liderazgo más inclusivo, donde participen diversos actores y se fomente la construcción de equipos cohesionados y eficientes. Es fundamental gestionar el talento con empatía y reconocer las habilidades que destacan en muchas mujeres, como la inteligencia emocional y la capacidad de escucha.