
Apagón en España
"Los niños ucranianos lo pasaron mal porque les recordó a la guerra"
Los colegios han abierto este martes con normalidad en nueve autonomías, aunque sin actividad lectiva para facilitar conciliar

En el ámbito educativo, el día después del gran apagón ha sido diferente en las ocho comunidades autónomas afectadas por la declaración de emergencia de interés nacional (Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, La Rioja, Madrid y la Región de Murcia), donde los centros han permanecido abiertos para que las familias pudieran conciliar, pero en los que no ha habido actividad lectiva. Una novena, Aragón, decidió sumarse a esta iniciativa en el último momento pese a no haber declarado la emergencia.
En Cantabria, País Vasco, Cataluña, Asturias, Navarra y Castilla y León, que también sufrieron los efectos de la caída de la energía, no se ha tomado ninguna medida excepcional.
Casi de forma unánime, los centros educativos y las familias de los alumnos alabaron el esfuerzo realizado por los maestros y maestras el pasado lunes, en medio del caos que produjo el apagón que afectó a la Península Ibérica.
Durante el suceso, muchos padres y madres decidieron recoger a sus hijos antes de la hora de salida habitual, por si más tarde se complicaban los traslados. «Los profesores estuvieron incensantemente subiendo y bajando de las clases porque no existía la posibilidad de usar el móvil para avisar, ni la megafonía», declaró a Ep Luis Centeno, secretario general adjunto de Escuelas Católicas.
Pero también sucedió lo contrario, familias que no pudieron llegar a la hora habitual de recogida, por lo que «algunos profesores se quedaron hasta las siete u ocho de la tarde voluntariamente hasta que llegaron los padres o las madres», indicó Centeno, tras señalar que este martes un «importante porcentaje» de familias no llevaron a clase a sus hijos por no saber si el transporte iba a funcionar sin incidencias.
Más allá de los problemas organizativos que surgieron, también recuerda que algunos alumnos, niños ucranianos, cuando se fue la luz «lo pasaron mal porque recordaron cuando empezó la guerra en su país. En los primeros momentos hubo cortes de suministro eléctrico, no funcionaba nada y fue un poco recordar cómo empezó», confesó. Por ello, orientadores trabajaron con esos niños, y otros alumnos mayores ucranianos «hablaron con los más pequeños y les dijeron que no tenía nada que ver» lo que ocurría con la actual guerra en su país.
La Confederación de Padres y Madres de Alumnos (Cofapa) mostró su «agradecimiento total» a los colegios, algunos de los cuales tuvieron que cerrar a las nueve o las diez de la noche, «hasta que las familias pudieron ir a recoger a sus hijos después de estar horas andando desde los trabajos para poder llegar al colegio». «Incluso hay colegios en los que han dormido los profesores porque era imposible que llegaran las familias a buscar a los niños», destacó Begoña Ladrón de Guevara, presidenta de Cofapa.
Sobre la jornada de este martes, aplaudió que las aulas hayan estado abiertas para que los padres pudiesen conciliar «y solucionar también los caos personales». «Máximo agradecimiento y reconocimiento a la labor docente una vez más, que, como en la crisis de la pandemia o Filomena, se demostró que los colegios son un pilar fundamental de la sociedad y una institución fundamental para las familias», dijo.
En lo que respecta a las universidades, muchas de ellas suspendieron las clases tras el incidente y han manmtenido sus puertas cerradas este martes. Otras, como la Universidad de Santiago, la de Sevilla, la de Castilla-La Mancha y la de Barcelona, abrieron pasado el mediodía. En la Comunidad Valenciana, los centros tomaron diferentes medidas, que oscilaron entre la suspensión de la actividad a mantenerla pero sin llevar a cabo pruebas de evaluación.
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