Informe europeo

La OCDE desnuda el estado de la sanidad española

Estamos por debajo de la media en disposición de servicios de calidad, gasto sanitario así como en enfermeras y camas de hospital por paciente

Centenares de enfermeras, convocadas por los principales sindicatos de la profesión, protestaron este martes ante el Departamento de Salud para exigir una ampliación de las plantillas
Una de las manifestaciones protagonizadas por las enfermerasToni AlbirAgencia EFE

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presentó ayer su informe «Health at a Glance 2023». En el mismo se recoge la valoración de los diferentes sistemas sanitarios en su acceso y calidad, y la satisfacción de la población española con la disponibilidad de unos servicios de salud de calidad es del 64% cuando un 66,8% es la media de la OCDE. En la cabeza está Suiza con un 94%.

En cuanto a gastos sanitarios cubiertos en España lo están el 72% aunque la media de la OCDE es del 76%. De hecho, el gasto sanitario de España con datos de 2021 está por debajo de la media de los países de la OCDE ya que, mientras la media se cifra en 4.671 euros, España destina 4.152 euros por persona a la Sanidad. El país que más invierte en Sanidad es Estados Unidos con 11.764 euros por persona.

España supera la media en lo que respecta a los médicos pero tiene un gran déficit en enfermeras. En 2021 había 4,5 médicos por cada 1.000 habitantes, siendo la media de la OCDE de 3,7 por cada 1.000 y, en cuanto a las enfermeras, los datos muestran un déficit en España con 6,3 enfermeras por cada 1.000 habitantes cuando la media de la OCDE está en 9,2 y el máximo en 18,9 en Finlandia.

Por disponibilidad de camas de hospital, los datos de 2021 muestran que España tiene tres camas por cada 1.000 habitantes, por debajo de la media de la OCDE de 4,3 camas por cada 1.000.

El documento analiza la capacidad de los países para implementar las iniciativas de salud digital y destaca que «los países de la OCDE tienen dificultades para maximizar el valor de la Sanidad digital porque las tecnologías y el entorno de datos suelen estar obsoletos y fragmentados». Aunque el 90% de los países han informado de que disponen de un portal de salud online, solo el 42% ha señalado que el público puede acceder e interactuar con sus datos sanitarios en el portal del paciente.

En este sentido, el informe incide en que «el concepto de preparación adquiere cada vez más urgencia al darse cuenta de que la salud digital es un nuevo determinante de l sistema sanitario» ya que, por ejemplo, en el caso de los cuidados intensivos, «puede reducir costes y mejorar la experiencia del paciente».

Asimismo, destaca que durante la pandemia aumentó el interés por la privacidad, la seguridad y la gobernanza de los datos sanitarios. La salud digital permitió en países como Canadá, Letonia, España, el Reino Unido y Estados Unidos ampliar la gestión y el seguimiento a distancia de las enfermedades. Además, en España este sistema también permitió mejorar la coordinación e integración de la atención sanitaria y la prescripción electrónica.

Precisamente los efectos de la pandemia en los sistemas sanitarios fue tratada ayer por la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) en la presentación del «Informe de Desastres 2022» que recoge las enseñanzas de la covid para mejorar la gestión de desastres futuros en el que abogan por una preparación temprana basada en la confianza, la equidad y la acción local y comunitaria, sin olvidar el papel de los voluntarios, la coordinación y la tecnología para ayudar a los más vulnerables. Una de las principales conclusiones indica que la comunidad internacional no estaba preparada para una pandemia con estas características, con carencias de planes para brotes infecciosos de gran magnitud o recortes en recursos que habrían frenado la pandemia como la reducción de camas hospitalarias.

La directora adjunta de la Oficina Regional de Europa de la IFRC, María Alcázar, resaltó la importancia de los avisos de los epidemiólogos en torno al aumento de brotes de enfermedades causados por factores como son el cambio climático, el aumento de la circulación de bienes y personas, los ámbitos de consumo o la creciente desigualdad social. «Sigue siendo relevante seguir invirtiendo en preparación», insistió Alcázar.1