Vaticano
Al Papa no le gustan los selfies
Pide a los jóvenes que no se contenten con una "experiencia fugaz" como esa
El Papa anima a los jóvenes católicos a "ponerse en camino no como simples turistas, sino como peregrinos" y les insta a dejar de ver y juzgar el mundo "desde detrás de una pantalla", en su mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud.
En este sentido, les pide que no se contenten con una "experiencia fugaz" como un selfie y de cara al próximo Jubileo de 2025, que arrancará en diciembre, quiere que vean la vida como un "viaje interior".
También se refiere al aburrimiento, "ese estado de apatía e insatisfacción de quien no se pone en marcha, no decide, no elige, no se arriesga nunca y prefiere permanecer en su propia zona de confort, encerrado en sí mismo, viendo y juzgando el mundo desde detrás de una pantalla, sin ensuciarse nunca las manos con los problemas, con los demás, con la vida".
En su mensaje de tres páginas con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, que este año se celebrará a nivel diocesano el 24 de noviembre, sobre el tema 'Los que esperan en el Señor caminan sin cansarse (cf. Is 40,31)', el Pontífice remarca que se viven "tiempos marcados por situaciones dramáticas que generan desesperanza e impiden mirar al futuro con espíritu sereno".
Cita ejemplos como "la tragedia de la guerra, la injusticia social, la desigualdad, el hambre, la explotación del ser humano y de la creación". Del mismo modo, ha lamentado que los que pagan "el precio más alto" de estas crisis son precisamente los jóvenes. El Papa señala que este colectivo social se expone a "vivir sin esperanza, prisioneros del aburrimiento y de la melancolía, arrastrados a veces por la ilusión de la transgresión y de las realidades destructivas".
El Pontífice ha dicho también que los logros, las conquistas y los éxitos en el camino, si se quedan sólo "en lo material", tras un primer momento de satisfacción, dejan a los hombres "hambrientos, anhelando un sentido más profundo". Por ello, Francisco explica que es "normal" sentir cansancio, tras el entusiasmo inicial de una peregrinación que ha comparado con un viaje interior, y ha explicado cómo "en algunos casos, lo que provoca ansiedad y cansancio interior son las presiones sociales, que nos empujan a alcanzar determinados estándares de éxito en los estudios, el trabajo, la vida personal".
El Papa destaca que ese cansancio también puede sentirse "en el matrimonio, el sacerdocio o la vida consagrada" donde siguen a veces "momentos de crisis, que hacen que la vida parezca una difícil caminata por el desierto".
"Esto produce tristeza, ya que vivimos en el ajetreo de un activismo vacío que nos lleva a llenar nuestros días con mil cosas y, a pesar de ello, a tener la impresión de no poder hacer nunca lo suficiente y de no estar nunca a la altura --asegura--. Este tipo de cansancio es como un cemento en el que se sumergen nuestros pies, que acaba por endurecerse, nos pesa, nos paraliza y nos impide avanzar".
Con todo, detalla que los tiempos de crisis "no son tiempos perdidos o inútiles, sino que pueden convertirse en importantes ocasiones de crecimiento". Por el contrario, advierte de las "muchas falsas esperanzas". "En esos momentos, el Señor no nos abandona; se hace cercano a nosotros con su paternidad y nos da siempre el pan que revigoriza nuestras fuerzas y nos pone de nuevo en camino", concluye el Papa.
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