Patrick huyó un día antes de que los agentes supieran que era el asesino

Los investigadores explicaron ayer cómo llegaron hasta el autor de los cuatro cadáveres.

L. L. Álvarez -

No fue difícil descubrir que Patrick Nogueira era el responsable de los cuatro cadáveres en descomposición encontrados en el chalé de Pioz en septiembre de 2016. Según explicaron los agentes de la Guardia Civil que investigaron el caso y que declararon ayer en la Audiencia de Guadalajara en la tercera sesión del juicio, al comenzar a entrevistarse con el entorno laboral de Marcos, el padre de familia, los compañeros de trabajo enseguida empezaron a hablar de él. Decían que intentaban localizarlo y que no les cogía el teléfono, por lo que empezaron a pensar que tendría algo que ver con los hechos. Si el 17 descubrieron los cuerpos, el 21 ya sabían que era Patrick

Pero el joven ya había visto que habían descubierto los cuerpos y había cogido un vuelo a Brasil con escala en Lisboa justo un día antes, el día 20 de septiembre. Se les había escapado. Pero las pruebas que tenía la Guardia Civil cada vez eran más evidentes. El joven había dejado su ADN en la casa donde ocurrieron los hechos, incluso en la pared de su habitación del nuevo piso compartido donde vivía en Alcalá, a pesar de que pintó encima. Pero un perro adiestrado olió sangre. Otro de los agentes explicó que los repetidores de teléfono de Pioz le sitúan en la zona el día de los hechos y el posterior. Gracias a su abono transporte, los investigadores también descubrieron que había llegado allí el día de los hechos y regresó a Alcalá el día siguiente a las 18:57 horas.

En su Iphone, a pesar de haberlo reseteado, guardaba mucha información, así como en la nube. Por ejemplo, las fotos y conversaciones de WhatsApp en las que narró el crimen a su amigo Marvin (las imágenes de los cadáveres en las bolsas fueron mostradas ayer al jurado a puerta cerrada) o sus búsquedas en el buscador Google desde el día siguiente en el que acabó con la vida de Marcos, Janaina, Maria Carolina y Davi. «Buscaba “homicidios pioz”, “cadáveres brasileños” en fechas anteriores a que la gente lo supiera», explicó un agente.

Los investigadores lograron determinar que el crimen se produjo el día 17 por el descenso drástico del consumo de electricidad, información facilitada por la compañía eléctrica.