Salud
Las personas que sufren duelo intenso y persistente tienen el doble probabilidad de morir dentro de los 10 años siguientes
Los resultados de la investigación se publican en "Frontiers in Public Health"
Investigadores de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) han demostrado que las personas en duelo con niveles altos y persistentes de dolor intenso recurrieron más a los servicios de salud y tenían mayor probabilidad de fallecer en un plazo de 10 años. Los resultados se publican en 'Frontiers in Public Health'.
El duelo tras la pérdida de un ser querido es una respuesta natural, una parte inevitable de la vida y el amor. Sin embargo, en una minoría de las personas en duelo, el duelo es tan abrumador que puede provocar enfermedades físicas y mentales, incluso si no cumplen los requisitos para un diagnóstico de trastorno de duelo prolongado, informa Ep. Por ejemplo, estudios han demostrado que las personas que han perdido recientemente a un ser querido utilizan los servicios de salud con mayor frecuencia y presentan una mayor tasa de mortalidad a corto plazo. "Este es el primer estudio que investiga el uso a largo plazo de la atención médica y los patrones de mortalidad durante una década después del duelo en una cohorte a gran escala", detalla la doctora Mette Kjargaard Nielsen, investigadora postdoctoral en la Unidad de Investigación de Medicina General en Aarhus, Dinamarca, y autora correspondiente del estudio.
A partir de 2012, Nielsen y sus colaboradores realizaron un seguimiento de una cohorte de 1.735 mujeres y hombres en duelo residentes en Dinamarca, con una edad media de 62 años al momento de la inscripción. Entre ellos, el 66% había perdido recientemente a su pareja, el 27% a un progenitor y el 7% a otro tipo de familiar. Gracias al registro nacional de prescripciones de medicamentos, los investigadores supieron qué pacientes habían recibido recientemente tratamiento para una enfermedad terminal. Así, pudieron contactar a estos pacientes terminales para invitarlos a ellos y a sus seres queridos a participar en el estudio. El protocolo había sido aprobado por el Comité de Ética de la Investigación Sanitaria de la Región de Dinamarca Central y la Agencia Danesa de Protección de Datos.
Previamente, los investigadores habían identificado cinco 'trayectorias' comunes en esta cohorte, basándose en los cambios en la intensidad de los síntomas de duelo durante los tres primeros años tras la pérdida de un ser querido. Medimos esto con el cuestionario 'Duelo Prolongado-13' (PG-13), de eficacia probada, que evalúa los síntomas mediante 13 preguntas.
Las personas en la trayectoria "baja" (38%) mostraron niveles persistentemente bajos de síntomas de duelo, mientras que el 6% siguió una trayectoria "alta" con niveles persistentemente elevados. Otras tres categorías se ubicaron entre estos extremos: el 18% y el 29% siguieron una trayectoria "alta pero decreciente" y una "moderada pero decreciente", respectivamente, y el 9% una trayectoria de "inicio tardío" con un pico de síntomas alrededor de seis meses después del duelo.
En el presente estudio, los investigadores ampliaron el seguimiento de los participantes durante 10 años, hasta 2022, excepto para aquellos que fallecieron o emigraron antes. Para ello, los investigadores utilizaron datos del Registro del Servicio Nacional de Salud de Dinamarca para evaluar la frecuencia con la que cada participante recibía terapia de conversación con un médico de cabecera o un especialista, o con la prescripción de algún medicamento psicotrópico. Los registros del Registro Danés de Causas de Muerte proporcionaron información sobre las muertes por cualquier causa.
Los resultados mostraron que, para los participantes en la trayectoria "alta", la tasa de riesgo (es decir, la tasa instantánea de eventos) de morir en un plazo de 10 años fue un 88% mayor que para los participantes en la trayectoria "baja". También mostraron que los participantes en la trayectoria "alta" tenían mayor probabilidad de recibir servicios de atención médica adicionales después de los tres años posteriores al duelo. Por ejemplo, estos participantes tenían una probabilidad un 186% mayor de recibir terapia de conversación u otros servicios de salud mental, una probabilidad un 463% mayor de que se les recetaran antidepresivos y una probabilidad un 160% mayor de que se les recetaran sedantes o ansiolíticos, informa Ep.
Las diferencias en la frecuencia de uso de estos servicios de atención sanitaria entre las cinco trayectorias ya no fueron significativas después de los primeros ocho años, pero el exceso de mortalidad de los participantes en la trayectoria "alta" siguió siendo pronunciado durante los 10 años completos de seguimiento.
En cuanto a cuál podría ser la causa fisiológica del exceso de mortalidad, los investigadores aún no están seguros. "Anteriormente hemos encontrado una conexión entre los altos niveles de síntomas de duelo y mayores tasas de enfermedades cardiovasculares, problemas de salud mental e incluso suicidio. Sin embargo, la asociación con la mortalidad debe investigarse más a fondo", apunta Nielsen.
Los autores señalan que las personas en riesgo de una trayectoria de duelo "alto" pueden ser reconocibles para una intervención temprana, ya que los datos mostraron que a estos pacientes se les prescribieron medicamentos psicotrópicos con mayor frecuencia incluso antes de su pérdida. "El grupo de 'duelo intenso' tenía un nivel educativo más bajo en promedio, y su uso más frecuente de medicamentos antes del duelo sugería que tenían signos de vulnerabilidad mental, lo que puede causar mayor angustia durante el duelo", incide Nielsen.
Un médico de Atención Primaria podría buscar signos previos de depresión y otros trastornos mentales graves. Posteriormente, puede ofrecer a estos pacientes un seguimiento personalizado en la consulta general, o derivarlos a un psicólogo privado o a un centro de atención secundaria. El profesional también puede sugerir una cita de seguimiento del duelo centrada en la salud mental, sugirie Nielsen, informa Ep.