¿Por qué los taxis llevan la matrícula azul?

Desde este verano, los taxis y VTC deben llevar la matrícula trasera del vehículo con fondo azul y letras blancas. Tienen un año de plazo para adaptarse a la nueva normativa

Probablemente a estas alturas ya haya observado que muchos de los taxis que circulan por nuestras calles han empezado a utilizar matrículas azules. ¿Por qué ocurre esto? Pues en virtud de una Orden Ministerial aprobada el pasado mes de julio, los taxis y los denominados VTC de hasta nueve plazas, que operan empresas como Uber y Cabify, deben llevar la placa de la matrícula trasera con el fondo de color azul y con los caracteres en blanco.

Según la Dirección General de Tráfico (DGT), así lo recoge dicha Orden Ministerial publicada en julio en el BOE, por la que se modificaron varios anexos del Reglamento General de Vehículos, entre los que se encuentra esta modificación de la matrícula para estos vehículos.

La entrada en vigor de esta Orden Ministerial contempla que la placa delantera de estos vehículos seguirá siendo de color blanco y los caracteres de color negro.

Aunque ya ha entrado en vigor la norma, se da un plazo de un año para que los titulares de los vehículos matriculados con anterioridad a la entrada en vigor de esta orden puedan cambiar la placa de matrícula trasera actual por la de color azul.

Esta modificación tiene como objetivo, además de facilitar la identificación de este tipo de vehículos y diferenciarlos del resto, tratar de acabar con el intrusismo y con el problema de los taxis piratas, una lacra para el sector.

Algunos otros países de la UE ya utilizan placas similares, como es el caso de Bélgica, Países Bajos o Grecia.

Desde Fedetaxi, la Federación Española del Taxi, se hizo esta petición al Gobierno porque “no conlleva coste económico” y “permitirá identificar con claridad cuáles son los vehículos que operan en el marco de la legalidad, respetando todas las garantías estipuladas por ley, y dejaría en evidencia aquellos transportes “piratas” que atentan contra la leal competencia en el mercado. Asimismo, facilitaría las labores de inspección de un cuerpo administrativo que ya ha alertado públicamente de la falta de medios e instrumentos legales para atajar estas malas prácticas”.