Brote de ébola
¿Por qué no se controla el virus del Ébola?
En diciembre de 2013, en una aldea guineana, muy cercana a la frontera con Sierra Leona, una niña de dos años cayó enferma. A los pocos días, a pesar de los cuidados de su familia, la pequeña falleció y días más tarde también murieron todos los que habían intentado salvarla. Así llegó a África occidental el brote de ébola más mortífero que ha sufrido el continente desde que se descubrió el virus en 1976 y, aunque los expertos insisten en que esta cepa no es una de las más mortíferas, ya se ha cobrado la vida de 1.350 personas y ha infectado a más de 2.000.
¿Cómo ha conseguido este virus crear el pánico en todo el mundo?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste en que el brote se ha "subestimado", especialmente en Sierra Leona y en Liberia donde la situación sigue siendo crítica, ya que mientras en Nigeria y Guinea Conakry, la OMS asegura que su estado es más estable, en los dos primeros países se han tomado serias medidas de control como el toque de queda decretado por el gobierno liberiano y que ha causado numerosos disturbios. El organismo internacional no duda en enumerar una serie de motivos por los que el virus se ha convertido en emergencia de salud
pública internacional.
Una de las primeras causas es que "muchas familias escondían a sus parientes infectados en sus casas". Sabían que el ébola no tiene cura y, por ello, creían que el enfermo moriría más dignamente en su hogar. Además, otros negaban la enfermedad por miedo a que les lleven las áreas de aislamiento, ya que ellos consideran que es "una incubadora de la enfermedad"y por tanto, llevarles allí es sinónimo de muerte. El estigma social es otro de los motivos para ocultar los síntomas, porque muchos niños han sido abandonados tras conocer que estaban infectados.
Su comunidad les ha rechazado.
Las dificultades técnicas también han jugado un importante papel. El imponente avance del virus ha dificultado a los organismos internacionales llegar a las zonas afectadas con el material necesario y, ni tan, si quiera con el material de protección para los sanitarios.
Éste ha sido uno de los principales motivos de que cerca del 10 por ciento de los infectados sean médicos. "Los hospitales y los centros de diagnósticos se han saturado", afirma la OMS. Del mismo modo, muchas clínicas generales y centros de tratamiento han cerrado sus puertas por temor a la llegada del virus. Es más, "el equipo médico ha abandonado estos centros". Un problema adicional, sugiere el organismo internacional, es "la existencia de numerosas 'zonas en sombra'. Son pueblos donde existen rumores de infectados y fallecidos con fuertes
sospechas de que el ébola está presente, pero que insisten en su negativa a ser tratados".
En las zonas rurales, como ya han recordado en varias ocasiones, los funerales se han convertido en una vía de transmisión muy peligrosa y, en varios puntos de los países afectados, la propia comunidad que se ha negado a la entrada de epidemiólogos en sus aldeas, incineraba a sus muertos sin notificarlos, y cuando lograban entrar tenían que ir contando tumbas para determinar los casos. La OMS explica un fenómeno que han detectado en algunos puntos de Liberia donde "existían casos invisibles que no han sido detectados por el sistema de vigilancia"y que sólo han salido a la luz cuando un nuevo centro en el que recibían tratamiento abría sus puertas. En Monrovia, por ejemplo, "en un centro habilitado para 20 camas que abrió la semana pasada, en seguida se colapso con la llegada de 70 pacientes".
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