Reciclaje
Lo que crees saber y lo que deberías saber del plástico
El papel que juegan los plásticos en el día a día de nuestra sociedad es fundamental y muy poco conocido
En la búsqueda de la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático, son muchos los mensajes que reciben los ciudadanos sobre el papel que desempeñan los plásticos. ¿Es realmente este material el enemigo del planeta? ¿Son más sostenibles los envases hechos de otros materiales? ¿Podríamos vivir sin plástico? Los ciudadanos se hacen estas preguntas a menudo y las respuestas tienen importantes consecuencias en nuestro día a día. Vamos a tratar de responder y salir de dudas.
¿Los camiones de basura mezclan los residuos?
No, los camiones de basura no mezclan los residuos cuando los recogen. Es cierto que, en algunos municipios, con el fin de ahorrar recursos y emisiones, un mismo camión puede recoger todos los contenedores, pero tienen diferentes compartimentos en su interior.
Después, los camiones se dirigen a plantas de selección para que los residuos sean separados y clasificados de manera más específica. Tras la separación, los residuos plásticos se transportan a las plantas de reciclado, donde se trituran, se lavan y secan, y se convierten en nueva materia prima plástica, lista para ser usada en nuevos productos.
Con esta información respondemos otra pregunta: no es necesario lavar los envases antes de tirarlos al contenedor amarillo, porque se lavan en el proceso de reciclaje.
En España, en 2024 había más de 412.700 contenedores amarillos para la recogida de envases domésticos. La mayoría de la población tiene uno a menos de 100 metros de su casa. Actualmente, hay 94 plantas de selección de envases ligeros distribuidas por toda la geografía y 100 plantas de tratamiento de residuos sólidos urbanos. La concienciación ciudadana y los esfuerzos de la industria han conseguido que España esté en el top cuatro de los países europeos con mayor índice de reciclado de envases y embalajes, y primero en capacidad de reciclado per cápita. De hecho, en 2022 se reciclaron más de un millón y medio de toneladas de residuos plásticos, de los que más de 708.000 correspondían a envases y embalajes plásticos.
¿Son más sostenibles los envases hechos de otro material?
Esta probablemente sea la pregunta más compleja de responder, por la variedad de materiales que existen y el uso que se les da. En el caso del cartón, existe un factor de seguridad que imposibilita su uso en determinados ámbitos, como la alimentación. Al no ser impermeable y al no conservar la comida, el cartón no es una solución real para este sector. De hecho, las propuestas consistentes en envases de cartón con una lámina de plástico, lejos de ser más sostenibles, dificultan el reciclado.
El caso del vidrio también presenta más dificultades de las que se observan a simple vista. El vidrio se funde a 1400-1600 grados, mientras que el plástico lo hace a los 100-260, por lo que el consumo de energía es mayor en la fabricación y reciclado del vidrio. Además, las botellas son más pesadas, por lo que se gasta más combustible para su transporte.
También es común pensar que un producto reutilizable es más sostenible que el de un solo uso, pero eso no siempre es así. Es fundamental analizar su ciclo de vida completo, atendiendo a aspectos como el proceso de reacondicionado, el transporte o los recursos naturales consumidos en toda su vida útil. Lo mismo ocurre con los productos reutilizables de otros materiales, que serán más o menos sostenibles que los de plástico en función de su ciclo de vida. Así, algunos estudios, entre los que destaca uno publicado por el Ministerio danés de Medio Ambiente en 2018, señalan que las bolsas de algodón convencional deben usarse 7.100 veces más que una bolsa de plástico reutilizable para igualar su impacto medioambiental. Si el algodón es orgánico, ¡habría que usarlas más de 20.000 veces!
¿Podríamos llegar a vivir sin plásticos?
Vivir sin plástico es una utopía. El plástico tiene características que ningún otro material puede igualar por el momento. El plástico favorece la conservación de alimentos y es impermeable, por lo que es un material absolutamente imprescindible para sectores como la alimentación, la sanidad o la higiene.
De hecho, si se sustituyeran todos los envases plásticos por envases fabricados con otros materiales, se consumiría más del triple de cantidad de materias primas, el gasto energético se duplicaría y se generarían casi el triple de emisiones.
El plástico también favorece la eficiencia, especialmente en campos como el transporte, al ser un material más ligero. Eso permite ahorrar combustible, reduciendo la contaminación. Otros sectores donde los plásticos resultan esenciales son la agricultura o la construcción.
Por eso, aunque el plástico presenta externalidades, también presenta aplicaciones exclusivas y necesarias para el día a día. La elección de materiales debe basarse en el análisis de ciclo de vida. Si no, aunque busquemos ser más sostenibles, podemos caer en elecciones que, en realidad, lo son menos.