
Psicología
¿Qué significa que una persona te interrumpa para hablar de si misma según la psicología?
Escuchar con atención no solo mejora nuestras relaciones, sino que también demuestra respeto, empatía y madurez emocional

¿Alguna vez has estado contando algo importante y, de repente, la otra persona te interrumpe para contar su propia experiencia? Este comportamiento, aunque común, tiene una explicación desde la psicología, y puede revelar mucho sobre la personalidad, la empatía y la dinámica social de quien lo practica.
Una necesidad de conexión... o de protagonismo
Desde la psicología social, una de las razones más habituales por las que alguien interrumpe para hablar de sí mismo es el intento de crear una conexión. Esta respuesta, conocida como ''conversational narcissism'' o narcisismo conversacional, no siempre parte de una mala intención. A veces, las personas piensan que compartir una experiencia similar es una forma de empatizar o demostrar que entienden lo que el otro está sintiendo.
Sin embargo, cuando este comportamiento se vuelve constante y unidireccional, puede reflejar una necesidad excesiva de atención o incluso una dificultad para reconocer las emociones y necesidades de los demás. En esos casos, más que empatía, lo que hay es una tendencia a centrar la conversación en uno mismo, restando valor al otro interlocutor.
Falta de escucha activa
Según expertos en comunicación, interrumpir para hablar de uno mismo también puede ser señal de una escasa práctica de la escucha activa. Esta habilidad, fundamental en las relaciones interpersonales, implica prestar atención de forma genuina al otro, sin pensar en lo que se va a decir a continuación o sin desviar el tema.
Cuando alguien corta continuamente las conversaciones ajenas para redirigirlas hacia su propio relato, está mostrando una baja capacidad para ponerse en el lugar del otro o una necesidad de reafirmación constante.
¿Trastorno, inseguridad o costumbre?
No todos los casos tienen el mismo trasfondo. En algunos contextos, interrumpir puede estar relacionado con inseguridades personales, como la necesidad de validación o el miedo a no ser escuchado. En otros, puede ser parte de un patrón de comportamiento más profundo vinculado a rasgos narcisistas o incluso a ciertos trastornos de la personalidad.
Pero también puede deberse simplemente a una costumbre adquirida, especialmente en entornos donde se valora más “hablar fuerte y rápido” que escuchar con atención. En cualquier caso, el impacto en la relación interpersonal puede ser negativo si la otra persona se siente ignorada o poco valorada.
La importancia de equilibrar la conversación
Los psicólogos recomiendan ser conscientes de nuestros hábitos conversacionales. En una charla saludable, ambos participantes deben sentirse escuchados, comprendidos y con espacio para expresarse. Si te descubres a ti mismo desviando el tema hacia ti constantemente, puede ser útil detenerte, observar y corregir ese impulso.
Escuchar con atención no solo mejora nuestras relaciones, sino que también demuestra respeto, empatía y madurez emocional.
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