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El curioso truco de guardar un rollo de papel higiénico en el frigorífico: ¿por qué lo recomiendan?

Lo que parece una rareza doméstica tiene una explicación práctica: un simple rollo de papel puede ayudar a mantener el frigorífico más seco y sin olores

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Para qué sirve guardar un rollo de papel higiénico en la nevera y por qué recomiendan hacerloLa Razón

A veces, los trucos caseros más eficaces son también los más insólitos. Uno de los que se ha popularizado en los últimos meses en redes sociales y foros de limpieza del hogar consiste en colocar un rollo de papel higiénico dentro del frigorífico. Sin usar, por si alguno tiene la duda. La idea puede sonar absurda a primera vista, pero tiene detrás una lógica sencilla: la celulosa del papel actúa como un absorbente natural de humedad y olores.

Quienes lo han probado aseguran que el cambio se nota en apenas unos días, sobre todo si en la nevera conviven alimentos de olores fuertes como quesos curados, embutidos o cebolla. Pero ¿cómo funciona realmente este método y hasta qué punto es recomendable?

¿Para qué sirve guardar un rollo de papel higiénico en la nevera?

El papel higiénico está hecho de fibras de celulosa, un material con gran capacidad para retener tanto agua como partículas de olor. Según explica el portal especializado myHOMEBOOK, cuando se coloca un rollo nuevo, sin usar y recién abierto, por si alguno le siguen quedando dudas; en el compartimento central del frigorífico, actúa como una especie de “esponja” que absorbe la humedad ambiental.

La humedad excesiva es una de las causas principales de los malos olores, ya que favorece la proliferación de bacterias y hongos microscópicos. Al retener esa humedad, el papel reduce la condensación y evita que los olores se mezclen entre los alimentos.

El procedimiento no tiene ningún misterio: basta con colocar el rollo en una balda intermedia y dejarlo allí durante una o dos semanas. Después conviene reemplazarlo por otro nuevo, ya que el papel saturado pierde su eficacia y puede incluso acumular olor.

Aunque este método puede ser útil para mantener el refrigerador fresco entre limpiezas, no sustituye una limpieza a fondo. Si el olor proviene de restos de comida en mal estado o derrames en zonas ocultas, el papel solo disimulará el problema temporalmente.

Según el laboratorio independiente ÖKO-TEST, los malos olores persistentes suelen deberse a drenajes obstruidos, bandejas de goteo sucias o condensadores llenos de polvo. En esos casos, el único remedio eficaz es una limpieza integral:

  • 1. Vaciar completamente el frigorífico.
  • 2. Lavar paredes y cajones con una mezcla de agua templada y vinagre blanco o bicarbonato.
  • 3. Revisar el canal de drenaje y el recipiente de condensación en la parte trasera.
  • 4. Una vez limpio, el rollo de papel puede funcionar como mantenedor de frescura, prolongando el tiempo entre limpiezas.

Otros aliados naturales contra los olores

El papel higiénico no es el único recurso doméstico eficaz para combatir la humedad del frigorífico. Entre los remedios más recomendados destacan:

  • Sal gruesa: absorbe agua y actúa como desinfectante natural. Colocarla en un cuenco abierto dentro del compartimento de verduras ayuda a reducir la condensación.
  • Café molido: neutraliza los olores fuertes y deja un aroma agradable.
  • Bicarbonato de sodio: un clásico limpiador y desodorante. Puede colocarse en un recipiente pequeño y renovarse cada tres semanas.
  • Rodajas de limón o vinagre blanco: aportan frescor y ayudan a eliminar bacterias.

De hecho, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomienda mantener el frigorífico entre 4 y 5 °C, revisar los alimentos con frecuencia y limpiarlo al menos una vez al mes para evitar la proliferación de microorganismos.

Si el mal olor regresa pese a usar estos métodos, probablemente haya un foco oculto. Los técnicos de mantenimiento señalan que los conductos de drenaje suelen acumular residuos de líquidos, jugos de carne o lácteos derramados que generan olor a humedad o moho. También es común que la bandeja de goteo inferior, donde se evapora el agua condensada, acumule restos de suciedad.

Por eso, más allá del truco puntual, es recomendable retirar el frigorífico una vez al año para limpiar su parte trasera y el suelo, donde a menudo se depositan residuos que pasan desapercibidos.

Colocar un rollo de papel higiénico en la nevera puede parecer extravagante, pero funciona como solución rápida y económica para absorber olores y humedad. No es un sustituto de la limpieza ni un método milagroso, sino un complemento eficaz entre mantenimientos.

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