Curiosidades
¿Por qué los viernes de Cuaresma los católicos no comen carne? Muy pocos lo saben
El cierre de la Cuaresma está envuelto en un profundo sentido de recogimiento, pero también en una rica tradición de expresiones culturales y religiosas
La Cuaresma es un tiempo litúrgico de reflexión, penitencia y preparación espiritual, que culmina con la llegada de la Semana Santa, una de las celebraciones más significativas del calendario cristiano.
Así, este periodo de cuarenta días, que comienza con el Miércoles de Ceniza y concluye al anochecer del Jueves Santo, simboliza los cuarenta días que Jesucristo pasó en el desierto en ayuno y oración, por lo que su final marca el inicio del Triduo Pascual (Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo), en el que se conmemoran los momentos centrales de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
El cierre de la Cuaresma está envuelto en un profundo sentido de recogimiento, pero también en una rica tradición de expresiones culturales y religiosas. Procesiones, representaciones de la Pasión, cantos litúrgicos, el silencio reverente del Viernes Santo y la celebración solemne de la Vigilia Pascual forman parte de este mosaico espiritual.
No obstante, uno de los más curiosos es la prohibión de los cristianos de comer carne en algunas fechas señaladas, como son todos los viernes e, incluso, el Miércoles de Ceniza, que marca el inicio de esta etapa.
¿Por qué los viernes de Cuaresma los católicos no comen carne?
Durante los viernes de Cuaresma, los católicos practican la abstinencia de carne como un acto de penitencia y reflexión espiritual, ya que esta tradición conmemora el sacrificio de Jesucristo, quien, según la fe cristiana, murió un viernes.
De esta manera, al evitar el consumo de carne, los fieles buscan unirse simbólicamente al sufrimiento de Jesucristo y prepararse interiormente para la celebración de la Pascua. Es decir, esta es una forma de recordar que la Cuaresma es un tiempo de conversión, oración y sacrificio.
Por su parte, la carne, históricamente considerada un alimento asociado al lujo y la celebración, se evita como muestra de humildad y austeridad. En su lugar, muchas personas optan por consumir pescado u otros alimentos sencillos.
Sin embargo, más allá de una simple restricción alimentaria, la abstinencia busca fortalecer el espíritu y acercar a los creyentes a una vida más centrada en los valores del Evangelio, que aunque han de practicarse cada día, se intensifican en Cuaresma y Semana Santa.