Se investiga si Asunta fue asfixiada con uno de sus peluches

Los agentes del Laboratorio de Criminalística empezaron ayer a examinar, en su sede central de Madrid, «los numerosísimos indicios» que, a lo largo de la semana pasada, recogieron en los distintos inmuebles en los que solía estar la niña Asunta Basterra, que murió como consecuencia de que una o más personas la asfixiaron, y se encontró su cuerpo en un paraje próximo a Santiago de Compostela. Uno de los datos que pueden permitir establecer detalles importantes sobre el homicidio (o asesinato, si fue premeditado) es la comparación de las fibras y otros restos que fueron recogidos de la boca de la niña (antes de que fuera incinerada) con los objetos que se encuentran ya en el citado laboratorio para su análisis comparativo. Según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto, y a título de mera hipótesis, no se puede descartar que la asfixia se produjera, ademas de con un almohadón, que es lo primero que se piensa en un caso como éste, con otro objeto, como un juguete de tela o materia blanda. Un peluche, por ejemplo.

Todo lo que había en las habitaciones que, tanto en la casa de la madre como del padre, y en la finca de la parroquia de Teo, solía ocupar la niña ha sido examinado con minuciosidad y los objetos que han sido considerados como interesantes para la investigación han sido trasladados a Madrid. Este detalle se cita para explicar la intensa labor con la que se enfrentan los agentes de la Benemérita, cuyo trabajo «puede durar varias semanas», según las citadas fuentes, ya que, además de determinar el «arma» homicida, hay que comprobar a quién pertenecen los distintos ADN recogidos. Si se llegara a determinar el objeto con el que fue asfixiada Asunta, las muestras de ADN que se encuentren en su cuerpo serán importantes para la investigación. Lógicamente, además de las de la niña, y del padre o la madre, si es que se detectan, el descubrimiento de un ADN «extraño» a la familia podría abrir una nueva vía de investigación. Durante su trabajo de inspección de los distintos inmuebles, los agentes de Criminalística han puesto literalmente «patas arriba» todo lo que pudiera contener alguna prueba. Al estar el sumario declarado secreto, las citadas fuentes señalaron que no podían dar ningún detalle, pero insistieron en que todas las hipótesis están abiertas.

Por otra parte, el juez que lleva el caso se reunió ayer en Santiago con el representante del Ministerio Fiscal y con los responsables de las pesquisas en la Guardia Civil, con el fin de examinar la marcha de los trabajos y determinar, si fuera necesaria, la práctica de nuevas diligencias. Según fuentes del Instituto Armado, ahora mismo se juega con dos supuestos más o menos seguros dentro de un caso que despierta extrañeza: primero, la culpabilidad de la madre, con «un 80% de posibilidades», sin que por ello se cierre la vía a que alguien del entorno de Porto pudiera colaborar de algún modo en el crimen; segundo, que parece casi totalmente descartado el móvil económico, pues la madre era la albacea de los bienes de la menor y, además, la pareja, afirma la Guardia Civil, no tenía unos problemas económicos tan graves como que sea el motivo del crimen.

Por otro lado, Si hace unos días se conocía que Juan Guillán, un prestigioso abogado cercano a la familia de Rosario Porto dejaría de representar a la madre de Asunta alegando que su especialización no es en Derecho Penal, ayer se daba a conocer el nombre del letrado que le relevará en la defensa del caso, José Luis Gutiérrez Aranguren, un conocido abogado de La Coruña, que, en declaraciones a Radio Galega, aseguró que hoy mismo solicitaría la excarcelación de su cliente alegando «que el auto por el que el juez dictó prisión no es adecuado». Asimismo, el nuevo representante legal de Porto afirmó que «hay una indefensión absoluta de mi cliente» y comentó, en un aspecto más personal, que la madre de Asunta «está destrozada». «No solo pediré que se abran nuevas vías de investigación, sino que trataré de que se haga», anunció. Belén Hospido se encargará de la defensa de Alfonso Basterra.