"Sin esfuerzo no se puede alcanzar ninguna meta"

Así lo afirma la estudiante María Campos en una entrevista para LA RAZÓN. "Lo más importante, siempre, es mantener el interés, la curiosidad por lo que te gusta y confiar en uno mismo", asegura.

Tiene 18 años y acaba de empezar el Grado de Medicina en la universidad. Para ella, éste es el sueño de su vida: «Desde pequeña tenía claro que quería dedicarme a esta profesión. Mis padres son enfermeros y siempre me ha gustado escuchar aquéllo que hacían en el trabajo. Creo que no hay nada más humano que poder ayudar a quienes más lo necesitan, a la par que haces lo que más te gusta». No obstante, toda aspiración tiene su esfuerzo. María siempre ha sido de esas personas que se autoexigen porque sabe que puede dar lo mejor de ella misma, por lo que siempre ha sacado buenas notas. «Sin esfuerzo no se consiguen las metas, hay que trabajar día a día y, sobre todo, nunca dejarse superar por las posibles adversidades que te puedas encontrar por el camino. Siempre hay que darse otra oportunidad», subraya la estudiante.

La malagueña obtuvo unas notas excelentes: en Bachillerato una media de 10 y en la EVAU un 13,88 sobre 14, lo que supone que opta al premio de Mejor Estudiante del Año con una puntuación de 9,9. La aspirante, quien estudio el Bachillerato en el colegio Los Olivos de los Padres Agustinos de Málaga, no perdió la esperanza en ningún momento. Ahora, por fin ha conseguido cumplir su sueño: estudiar Medicina. «Lo tuve claro. Desde siempre he tenido esa pasión que creo es indispensable para ser un buen profesional en esta carrera. Debes saber tratar con personas que están pasando por momentos difíciles y saber escuchar». A lo que añade que «es un reto enorme, pero espero poder estar a la altura y, sobre todo, crecer como persona en este aspecto», explica Campos. Su carácter motivador y su capacidad de superación personal hacen de María una persona con absoluta dedicación. «Siempre he sido de estudiar a diario, por lo que todos los días saco tiempo para desconectar y evadirme de los estudios. No he dejado de pasar tiempo con mis amigos los fines de semana, ver una serie o simplemente salir a hacer deporte. Conseguir un buen rendimiento en el ámbito del estudio está acompañado de diversión», explica.

«Una beca como la que concede LA RAZÓN supone una gran ayuda y recompensa al esfuerzo que realizan estos estudiantes», concluye María, quien ha decidido que la destinaría a costear su formación universitaria.