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Seguridad

Tecnología con alma para quienes más lo necesitan

Securitas Direct refuerza su servicio Protección Senior con asistencia médica y apertura remota

Protection Senior ofrece seguridad a los más mayores Securitas Direct

La cocina huele a café. La radio murmura noticias. En la mesa, un sudoku a medio hacer. Todo parece en orden, hasta que no lo está. Un paso en falso, una bajada de tensión, una caída sin testigos. Y entonces lo cotidiano se convierte en urgencia.

El 80% de los accidentes ocurre en casa. No en la calle, ni en el trabajo, ni en la carretera. En casa. En el supuesto santuario de la tranquilidad. El dato es de la Organización Mundial de la Salud, y deja pocas dudas: la seguridad, si no se cuida, es una ilusión doméstica.

España cuenta con más de nueve millones de personas mayores de 65 años. Cuatro de cada diez viven solas. Y aunque el 22% de la población tiene mayores a su cargo, apenas la mitad dispone de ayuda real para atenderlos. Las cifras no tiemblan: desde 2019, las emergencias sanitarias gestionadas por Securitas Direct han aumentado casi un 97%, y las llamadas al 112, un 50%. Las emergencias han dejado de ser una posibilidad lejana. Son una rutina.

Una propuesta de valor

Pero no todo son datos. En 2018, Securitas Direct lanzó Protección Senior, un sistema de protección personal pensado para los mayores, que los cuida tanto dentro como fuera de casa. No con promesas, sino con dispositivos concretos: una unidad central, un reloj inteligente con botón SOS, un detector de caídas y un servicio de teleasistencia médica 24/7. Lo que hace diez años sonaba a ciencia ficción, hoy es lo mínimo exigible para vivir con tranquilidad.

Bien usada, la tecnología protege a las personas y a nuestros seres queridos. Protección Senior no reemplaza el afecto de un hijo ni la visita de un nieto. Pero cuando nadie puede estar, está. Y eso es lo que importa.

Más aún si se observa la evolución. En los últimos cinco años, los accidentes detectados por el sistema en mayores de 71 a 90 años han crecido un 125%. Ante ese panorama, Securitas Direct ha dado un paso más: Protección Senior Premium, una versión reforzada del servicio, diseñada para anticiparse mejor a los riesgos, responder más rápido y ofrecer una atención más afinada a cada situación.

Entre las novedades más relevantes, la incorporación de siete especialidades médicas por videollamada (cardiología, psicología, traumatología, fisioterapia, nutrición, alergología y dermatología). Sin trámites, desplazamientos o esperas. Un clic. Una respuesta. Y un profesional al otro lado.

Apertura remota

Pero quizás lo más revolucionario no sea lo médico, sino lo mecánico, y es que ahora, el servicio de Protección Senior incorpora la posibilidad de instalar la cerradura inteligente de la compañía.

Los datos nos dicen que una de las principales preocupaciones de la sociedad hoy en día es no poder abrir la puerta en caso de sufrir una emergencia en el hogar. Con este dispositivo la ayuda podrá llegar hasta ti sea cual sea la circunstacia porque al detectar el accidente, la alarma inmediatamente se comunica con la Central Receptora de Alarmas (CRA) de Securitas Direct y desde allí, los especialistas de la compañía avisan a los servicios de emergencias y le abren la puerta al llegar en caso de que sea necesario. Ni un segundo perdido, ni un cerrojo de más.

A veces se dice que la tecnología avanza más rápido que nuestra capacidad de usarla con sentido. Aquí sucede lo contrario. Aquí, cada sensor, cada función, cada botón ha sido diseñado para resolver un problema que ya existe. Para actuar antes de que el dolor tenga consecuencias. Para no dejar que la soledad se convierta en un riesgo estructural.

Cuando se habla de «seguridad», la imagen suele ser una alarma que suena o una cámara que graba. Pero la verdadera seguridad es saber que si algo sucede mientras desayunas sola o te duchas en silencio, alguien lo sabrá, lo atenderá y abrirá la puerta si tú no puedes.

Y esa tranquilidad, esa certeza de que lo cotidiano no se convertirá en tragedia por falta de tiempo o ayuda, no tiene precio. Se llama vivir con dignidad. Se llama seguir siendo autónomo sin estar desprotegido. Se llama, sencillamente, vivir.