Opinión

In the air

Japan Airlines propone no llevar equipaje para provocar menos emisiones, y ofrece la opción de alquiler de ropa por un precio moderado al llegar al destino

Un avión de Japan Airlines durante un vuelo
Un avión de Japan Airlines durante un vueloKentaro IemotoLa Razón

Entre el cambio climático, los gases de efecto invernadero y la reducción de las emisiones de dióxido de carbono para evitar estas consecuencias los expertos del planeta en cuestión ambiental cavilan y cavilan para contribuir a que no se produzca una asfixia global en forma olas de calor como la que estamos sufriendo, mejor dicho, como las varias que llevamos ya padeciendo en esta primera mitad del año. Ahora va y sale Japan Airlines con un planteamiento que no acabamos de verlo. Se trata de no llevar equipaje alguno a la hora de volar para provocar menos emisiones al tener que soportar el aeroplano menos peso, simplemente la ropa interior y el cepillo de dientes, ofreciendo la opción de alquiler de ropa por un precio moderado al llegar al destino. “Pueden reservarlo con hasta un mes de antelación, especificando talla, temporada, nivel de formalidad y gama cromática. Una vez en tierra, podrán usarla durante un máximo de quince días”. La propuesta no es cara, 32 euros por una selección de cinco partes superiores y tres partes inferiores para una mujer, pero, claro, a quien más y quien menos nos gusta llevar lo propio, que para eso ponemos cierto esmero en elegirlo hasta que lo compramos. Se me viene a la cabeza la película “In the air”, en que un par de ejecutivos, hombre y mujer, se ven enredados en un delirio de viajes a los que su propia profesión les obliga, con asuntos sexuales por el medio, derivados de la soledad de esa vida de confusión y aviones. En este caso concreto, sería más que razonable la opción de los japoneses, ya que las ropas de estas gentes son bastante standard y uniformes, digamos que trajes de chaqueta con camisa y zapatos clásicos. Si acaso, un vestidito negro para una cena de negocios y, como ellos ya han dejado atrás la corbata, digamos que con un cambio de camisa soluciona el tema. Pero pongamos por caso que nos vamos de vacaciones. Ahora en verano, la ropa es ligera, pesa menos, y nos gusta llevar lo que hemos comprado en rebajas y, hasta incluso, a principio de temporada. Nuestras cremas, nuestras sandalias y hasta nuestras cangrejeras. ¿Qué hacer si el avión es el único recurso para llegar al destino deseado?