Opinión
Tirar al perro
Ni así puedo comprender el abandono cruel de ningún animal
Una mujer de un pueblo andaluz tira a su perro por la ventana de su coche y acelera. El perrito corre detrás creyendo que se ha olvidado de él sin querer. Aunque seguramente ya había sufrido malos tratos de esa mujer. O quizá no, y es que ella estaba desquiciada o drogada o desesperada ese día. Ni así puedo comprender el abandono cruel de ningún animal, menos aún del tuyo. Porque todos los animales con los que convivimos son ternura inocente. Desde el perro más fiel hasta la rata más nerviosa. Sí, yo tuve una rata en casa que mi hijo trajo de no sé dónde. Me la escondió unos días hasta que una mañana la encontré encima de su cama. El susto fue morrocotudo, ¿por dónde ha entrado? pensé, cerrando de golpe la puerta del dormitorio. Enseguida caí en que algún irresponsable se la había regalado. Le hice comprarle una jaula y demás parafernalia ratonil. A ver quién se deshacía ahora de esa criatura de ojos almendrados y risilla continua. Acabé queriéndola, claro. Era divertida y se subía encima de mi perra que la soportaba santamente. También se dormía en el cuello de mi hijo y se divertía metiendo la cabeza en mis calcetines. Cuando murió hubo duelo en mi casa. Y prometí no tener jamás un animal en jaula. Mi perra está aquí a mi lado mientras escribo.
Mi perra es un ángel que Dios me adjudicó para darme fuerza y sosiego ante las calamidades de la vida. Mi perra se está haciendo vieja y a mí se me parte el corazón a cachitos. Se que casi todos los que tienen perro sienten algo parecido. Los que nunca lo han tenido no saben de este tipo de amor único y prodigioso. Sin embargo, en España se abandonan unos ciento setenta mil al año. Como esa mujer que arrojó a su perro y a la que sus vecinos denunciaron. A los sin alma solo les duelen las multas. Espero que sea descomunal.
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