Investigación Médica
Un nuevo exoesqueleto que obedece al cerebro
El Hospital Niño Jesús cuenta con un nuevo dispositivo para menores con parálisis cerebral que hace que caminen más erguidos.
El Hospital Niño Jesús cuenta con un nuevo dispositivo para menores con parálisis cerebral que hace que caminen más erguidos.
Se adapta al cuerpo del paciente, con motores propios en rodilla, cadera y ajustes para el control de tronco. Pero, sin duda, la principal novedad del nuevo exoesqueleto con el que cuenta el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, en Madrid, es una nueva interfaz para detectar la actividad eléctrica del cerebro que acúa como señal de activación de los motores del robot. Se trata de un casco que, datado con unos electrodos, está conectado a la corteza motora del cerebro. Así cuando un menor quiere moverse, se concentra en realizar esta acción hasta que el robot arranca siguiendo las instrucciones de la actividad eléctrica cerebral.
Este dispositivo, que lleva por nombre CP-Walker 2.0, está indicado para pacientes con parálisis cerebral infantil que sufren alteraciones de la postura y del movimiento al caminar. De ahí que su diseño permita educar la postura del paciente y la coordinación entre segmentos anatómicos durante la deambulación. De hecho, ya se ha probado en algunos niños y el siguiente paso es evaluar su funcionamiento en otros 120 para poder recopilar más datos sobre él.
Pesa unos 60 kilogramos y alcanza una velocidad de 0,6 metros por segundo, que es, según los expertos, la habitual al caminar. Ahora bien, se trata de una herramienta de rehabilitación, no de un exoesqueleto permanente. Según el citado hospital, este dispositivo hace que los pacientes caminen más erguidos, tengan menos sensación de cansancio y mayor fluidez de movimiento. De hecho, en el vídeo presentado ayer se ve cómo una niña que ha sido tratada durante los últimos meses en el hospital pasa de andar de forma errática a conseguir caminar prácticamente normal en apenas 14 sesiones. Para ello, las sesiones de terapia robotizada que se van a llevar a cabo en el Niño Jesús buscan reproducir la actividad de la vida diaria para que el paciente pueda interactuar con un entorno habitual.
CP-Walker 2.0, es fruto del trabajo de investigación llevado a cabo por profesionales del citado hospital y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Ha sido financiado por la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado.
En un futuro... para bebés
Con este dispositivo, se pretende entrenar la creación de nuevas rutas causa-efecto entre la parte sana del cerebro dañado y el aparato locomotor. Según los investigadores, el 70% de los menores con parálisis cerebral se podría beneficiar de este dispositivo, máxime si se utiliza cuando antes mejor, ya que así se puede corregir más eficientemente la postura del cuerpo. De hecho, ya están trabajando para desarrollar un exoesqueleto para bebés.
El modelo previo a este exoesqueleto, fabricado en el año 2015, fue el primer dispositivo robotizado validado en España para uso pediátrico. En los trabajos de investigación que se llevaron a cabo con él, se cuantificó de manera objetiva la mejora en 12 pacientes en el Laboratorio de Análisis del Movimiento del centro hospitalario. Los profesionales sanitarios detectaron que los cambios más significativos fueron los producidos en la extensión de cadera, la corrección de la inclinación de la pelvis y el control del tronco.
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