Un paciente de ébola necesita 200 litros de agua al día

El virus del ébola se ha cobrado ya la vida de 4.033 personas y se contabilizan al menos 8.399 casos confirmados, según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Unas cifras desoladoras, pero no las únicas. Tratar a un paciente con ébola requiere casi 200 litros de agua. El volumen de desinfectante que se requiere para evitar que esta enfermedad para la que no existe aún tratamiento se eleva a 75,7 litros de lejía por paciente y día. Asimismo, ocho pares de guantes de goma son necesarios cada 24 horas para tratar a un infectado con ébola, así como tres trajes de seguridad especiales. Éstos son algunos de los datos que ha facilitado la OMS para explicar la necesidad de medios que requieren los países de África occidental.

A ellos hay que sumar que el coste de realizar una prueba para poder confirmar si el paciente ingresado tiene o no el virus asciende a 192 euros. El seguimiento de un posible caso, 178 euros, y tratar a un paciente contagiado: 1.280 euros. Es decir, un coste elevado, aunque sin duda menos importante que el valor de la vida humana. Por eso es tan importante que continúe y se incremente la ayuda para Guinea, Liberia y Sierra Leona. Aunque aún hay tiempo para la esperanza. Ayer mismo, el coordinador de Naciones Unidas para el ébola, David Nabarro, afirmó, en declaraciones a la cadena británica «BBC» recogidas por EP, que el virus del ébola podría estar bajo control hacia el mes de enero. Es decir, que dentro de tres meses el virus podría estar bajo control. Nabarro ha explicado que en el número de casos de ébola está creciendo exponencialmente en la actualidad, pero ha recordado que una mayor conciencia del problema por parte de la comunidad internacional ayudará a contener el virus. En este sentido, ha afirmado que «creo que tenemos una comunidad más involucrada ahora, lo que me lleva a pensar que tener bajo control el virus en los próximos tres meses es un objetivo razonable».

Las empresas de material biosanitario no son las únicas que trabajan contrarreloj para conseguir distribuir más equipos de protección. Las farmacéuticas también han incrementado su volumen de trabajo. Una de las que más esfuerzos está poniendo es la «start-up» Mapp Biopharmaceutical, con sede en San Diego (California, EE UU). Es la que ha desarrollado el suero Zmapp –que también le están poniendo a Teresa Romero–. Sus ingresos esperan que se multipliquen en breves. La empresa, que cotiza en el Nasdaq, ha multiplicado por dos el valor de sus acciones en un año. Tekmira, responsable de el TKM, ha obtenido una inversión de 140 millones por parte del Ministerio de Defensa de EE UU. GSK, BioCryst NewLink también están aumentando su negocio gracias al desarrollo de nuevos tratamientos contra el ébola.