Sucesos

Una novia embarazada muere de un derrame cerebral antes de entrar a la iglesia

La joven estaba embarazada y tuvo que ser sometida a una cesárea de urgencia para salvar a su hija

Jessica Guedes, de 30 años, momentos antes de sufrir el derrame
Jessica Guedes, de 30 años, momentos antes de sufrir el derramelarazon

Iba a ser el día más feliz de su vida. Jessica Guedes (30), embarazada del que iba a ser su marido Flavio Gonçalves da Costa, llegaba a la iglesia con su espectacular vestido de novia y una amplia sonrisa.

Iba a ser el día más feliz de su vida. Jessica Guedes (30), embarazada del que iba a ser su marido Flavio Gonçalves da Costa, llegaba a la iglesia con su espectacular vestido de novia y una amplia sonrisa. Pero cuando iba a bajar del coche notó que algo no iba bien. Comenzó a sufrir un fuerte dolor cervical. Su marido, preocupado por la tardanza, se acercó al vehículo y se la encontró tumbada en el asiento de atrás. "Una prima suya me dijo que Jessica no se sentía bien. Abrí la puerta y vi que estaba acostada a lo largo del asiento. Había sufrido un desmayo", relató a la Revista Crescer. Según relató, “Jessica empezó a hablar conmigo. Le dije: cariño, estoy aquí. Me respondió que todo estaba bien, pero que tenía un fuerte dolor en la nuca". Había sufrido un derrame cerebral. Convencido de que se trataba de algo serio, el prometido, teniente del 46º Batallón de la Policía Militar brasileña, pidió ayuda a sus amigos del cuerpo de bomberos, que le enviaron una unidad en la que trasladaron a su novia hasta un hospital cercano.

Al llegar, los médicos les dijeron que no podían atenderla porque no tenían el equipo médico necesario. De inmediato, Flavio reaccionó y la trasladó hasta otro hospital. Pero ya era tarde. Cuando llegó certificaron el fallecimiento de la novia. El derrame cerebral fue causado por una preeclampsia, una afección se produce en las mujeres a las que les diagnosticaron presión arterial alta crónica antes del embarazo.

Sin embargo, sí podían intentar salvar a su bebé. Así, le practicaron una cesárea de urgencia y nació su hija, que pesó 930 gramos y midió 34 centímetros.

“Jessica siempre había dicho que si en algún momento le pasaba algo, quería donar sus órganos, y así lo hicimos. Estoy con mi hija todo el tiempo, acariciándola y pidiéndole a Dios lo mejor. Me aferro a amigos y familiares, que me han estado dando fuerzas y consejos en este momento difícil”, dijo Flavio.

A pesar de la tragedia, Flavio tenía que lidiar con otro problema. El económico. Los novios habían destinado su dinero a la preparación de la boda y ahora Flavio tenía que afrontar el pago de la atención médica y del entierro, para lo que precisaba 25 dólares.

Por ello, abrió una colecta en internet y para su sorpresa logró reunir los fondos. En apenas unas horas, había conseguido 47.000 dólares en donaciones. “Ahora soy padre y madre. Me aferro a Dios, a la palabra y a mis amigos. No es fácil. No dejo de ver vídeos de Jessica para recordarla. Era una persona realmente iluminada. Fuerte, guerrera. Era un ser de luz", concluyó Flavio.