
Sociedad
Vivir en un barrio con más naturaleza reduce el consumo de tabaco y alcohol
Las personas que viven en barrios más verdes fuman y beben menos que la media, y quienes visitan regularmente espacios naturales tienden a consumir menos tabaco.

Las personas que viven en barrios más verdes fuman y beben menos que la media, y quienes visitan regularmente espacios naturales tienden a consumir menos tabaco.
Esa es la conclusión principal de un estudio realizado por 16 investigadores pertenecientes a instituciones de Australia, Austria, Canadá, España, Estados Unidos, Finlandia, Polonia, Portugal o Reino Unido, y publicado en la revista 'Health & Place'.
En el estudio participó Mireia Gascón, del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), la Universidad Pompeu Fabra y el área de Epidemiología Salud Pública del Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciberesp).
La investigación define espacios verdes residenciales como terrenos con vegetación y elementos naturales a menos de 250 metros de la vivienda, lo que incluye jardines privados.
Los autores usaron datos de la Encuesta Internacional BlueHealth, en la que participaron 18.838 personas adultas (entre ellas, 9.645 mujeres) de 18 países y de diversos grupos sociodemográficos.
El estudio indica que los espacios verdes residenciales se asocian con una reducción significativa de conductas de riesgo para la salud, como el tabaquismo y el consumo diario de alcohol. Así, las personas que viven en los barrios con más zonas verdes tenían un 13% menos de probabilidades de ser fumadores y un 31% menos de beber alcohol a diario que quienes viven en lugares con menos zonas verdes.
Los hallazgos son consistentes en diferentes países, ingresos familiares y nivel educativo. Por lo tanto, la presencia de espacios verdes cercanos a la casa de alguien reduce comportamientos de riesgo para la salud y parecen ser beneficiosos para todos y no limitados a grupos particulares.
Los investigadores también descubrieron que las personas que realizan visitas a lugares naturales fuera de su hogar al menos una vez a la semana tienen menos probabilidades de fumar.
"Nuestro hallazgo de que la naturaleza parece ser beneficiosa para todos en la sociedad es fundamental, ya que contribuye a la igualdad de oportunidades en la reducción de las desigualdades en salud", según Leanne Martin, del Centro Europeo para el Medio Ambiente y la Salud Humana de la Universidad de Exeter (Reino Unido).
Martin añade: "Hemos considerado una amplia gama de factores socioeconómicos y descubierto que los beneficios no se deben a factores como tener mayores ingresos o vivir en zonas más prósperas. Para quienes no viven en zonas con abundantes espacios verdes, hemos descubierto que las visitas intencionadas a la naturaleza también tienen enormes beneficios".
Los hallazgos sugieren que los efectos positivos de las áreas verdes residenciales en la reducción del tabaquismo y el consumo diario de alcohol podrían aprovecharse como una intervención de salud pública. Esto podría incluir intervenciones basadas en la naturaleza para quienes buscan dejar de fumar o tratar el abuso de alcohol.
"No creemos que sea una simple coincidencia que quienes se exponen a la naturaleza fumen y beban menos. Cada vez más estudios demuestran que cuando las personas se exponen a la naturaleza, tienen menos antojos de sustancias como el alcohol y la nicotina. En parte, creemos que esto se debe a que tienden a estar más tranquilos y no necesitan ese 'subidón', lo que les ayuda a dejar de fumar, por ejemplo", según Mat White, de la Universidad de Viena (Austria). Informa SERVIMEDIA.
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