Sucesos
La Policía cree que Pablo Sierra murió al caer de forma accidental al Guadiana
Los GEO ha encontrado el cuerpo sin vida en una zona del río conocida como El Pico, donde fue hallado el móvil del estudiante
El cadáver de Pablo Sierra, el estudiante de Matemáticas desaparecido el pasado 2 de diciembre en Badajoz, ha aparecido este viernes en el río Guadiana, donde le buscaban los GEO desde hace días, según fuentes policiales.
La línea de investigación “más consistente” sobre su muerte apunta a un “fatal accidente”, si bien los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado mantienen abiertas el resto de posibles causas a la espera del resultado de la autopsia.
Un posible accidente del joven en el río, cuyas aguas registraban bajas temperaturas en la madrugada del 2 de diciembre, día en el que desapareció, podría ser la causa de su fallecimiento, aunque será la autopsia la que determine con exactitud la misma, según han expuesto en rueda de prensa portavoces de Policía Nacional y Guardia Civil.
Acompañados por la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, ambos representantes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado han remarcado que, a pesar del hallazgo del cadáver, se mantiene el secreto de las actuaciones decretadas por el Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz.
Los efectivos del Grupo Especial Operativo (GEO) de la Policía Nacional habían retomado el martes la búsqueda del cuerpo de Sierra en una zona del río conocida como El Pico, donde fue hallado el móvil del joven a la mañana siguiente de su desaparición. “Desgraciadamente, todo indica que el cadáver hallado es el de Pablo Sierra,”, ha apuntado la Policía Nacional en su cuenta oficial de Twitter. A las labores de búsqueda se habían sumado perros de la unidad canina.
Por otra parte, la familia del joven pacense ha sido requerida esta mañana para que se personase en el Instituto Anatómico Forense de Badajoz a fin de proceder a la identificación del cadáver, según han indicado a Efe fuentes de la investigación.
El joven estudiante fue visto por última vez en la calle Zurbarán de la capital pacense el jueves 2 de diciembre tras salir de copas con los amigos.
Los investigadores han buscado al joven estudiante de Medicina, de 21 años, y que estaba alojado en la residencia universitaria Rucab. Su teléfono móvil lo encontró un militar que paseaba por la orilla del río, en una zona cercana donde ha aparecido el cadáver. El terminal presentaba manchas con restos de sangre, según su propio testimonio, aunque esto último estaba pendiente de análisis.
La investigación, declarada secreta, indagó desde el primer momento sobre las circunstancias de la desaparición, barajando si se debía a circunstancias violentas o a un accidente. Esta segunda era la línea de investigación principal para los investigadores.
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