Louvre
La contraseña de videovigilancia del Louvre era LOUVRE
Una antigua auditoria revela la ínfima ciberseguridad del museo: desde contraseñas evidentes hasta versiones de Windows desfasadas

No, no es una viñeta de Mortadelo y Filemón, una de las contraseñas del sistema de seguridad del Louvre era 'LOUVRE'. Una auditoria interna de 2014 reveló que uno de los servidores encargados de la videovigilancia del recinto utilizaba como contraseña el nombre del museo en mayúscula. No solo ello, sino que varios de los ordenadores encargados de la seguridad empleaban Windows 2000.
El informe, elaborado por la Agencia Nacional de Seguridad de los Sistemas de Información de Francia (ANSSI), puso de manifiesto que gran parte de la infraestructura tecnológica del museo funcionaba con sistemas obsoletos y contraseñas fácilmente deducibles. Aunque no se ha confirmado una relación directa con el reciente robo ocurrido en el museo, el documento señala que las vulnerabilidades eran conocidas desde hace años.
La seguridad por los suelos
Según el informe, revelado por el medio Libération, la auditoría realizada en 2014 encontró que varios de los ordenadores del museo operaban con versiones antiguas de Windows, como Windows 2000, que hace lustros dejaron de recibir actualizaciones de seguridad. Además, algunos programas críticos seguían ejecutándose sin soporte ni parches, lo que suponía una vulnerabilidad elemental.
No obstante, lo más sorprendente fue la simplicidad de las contraseñas. El servidor principal, que gestionaba la red de cámaras de vigilancia, tenía como clave el propio nombre del museo: 'LOUVRE'. Otro software importante usaba 'THALES', el nombre de la empresa que había desarrollado parte del sistema.
Los técnicos de la ANSSI advirtieron entonces de la necesidad de renovar los equipos, modernizar las redes y establecer protocolos de contraseñas seguras. Sin embargo, se desconoce hasta qué punto el museo aplicó las recomendaciones. Los documentos filtrados no ofrecen evidencia de que se haya llevado a cabo una actualización completa, y los expertos apuntan que las medidas adoptadas pudieron ser parciales o temporales.
El hallazgo pone de manifiesto como una de las instituciones culturales más importantes y reputadas del planeta tenía un nivel de seguridad digno de una red Wi-Fi casera. Si bien no se ha demostrado que esta debilidad informática esté relacionada con el reciente robo de nueve joyas en el Louvre, sí plantea serias incógnitas acerca de la seguridad del museo.