
Salarios en España
Leticia Poole, economista: "En España gana más el instalador del aire acondicionado que el ingeniero de la misma empresa"
La experta expone la problemática que existe en España y el desequilibrio entre personal formado en universidades y los profesionales de los oficios básicos

En los últimos años, el mercado laboral español ha experimentado un desajuste cada vez más evidente entre la oferta y la demanda de trabajadores de varios sectores. La profesionalización de la población ha alcanzado niveles históricos, con un número creciente de titulados universitarios que supera la capacidad del sistema productivo para absorberlos. Esta situación ha provocado una devaluación de los títulos académicos, que han dejado de ser garantía de acceso a un empleo estable o bien remunerado. Sectores tradicionalmente asociados a la alta cualificación se enfrentan ahora a una saturación de perfiles similares, mientras otros ámbitos con menor prestigio académico carecen de mano de obra suficiente.
El fenómeno de la llamada titulitis ha marcado durante décadas la mentalidad laboral española. La idea de que sin estudios universitarios no se puede prosperar profesionalmente se arraigó como un dogma social, impulsando a miles de jóvenes a cursar carreras sin una orientación clara hacia el mercado laboral real. Sin embargo, esta percepción empieza a cambiar. Las empresas, cada vez más conscientes de la necesidad de perfiles versátiles, buscan ahora competencias que van más allá del currículum académico. La experiencia práctica, la capacidad de adaptación y las habilidades interpersonales se han convertido en factores decisivos a la hora de seleccionar a un candidato.
Como consecuencia de la masificación de titulados y la falta de oportunidades acordes a su formación, España sufre desde hace años la conocida "fuga de cerebros". Miles de jóvenes cualificados optan por emigrar en busca de empleos que valoren su preparación y les ofrezcan un futuro más estable. Este fenómeno no solo representa una pérdida de talento para el país, sino que evidencia la necesidad de repensar el modelo educativo y laboral. Adaptar la formación a las demandas reales del mercado y promover un mayor reconocimiento de las competencias no académicas se presenta como un desafío urgente para equilibrar la oferta y la demanda en el panorama laboral español.
¿Por qué se produce esta descompensación en España?
Leticia Poole, profesional doctorada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid que actualmente ejerce como profesora en la Universidad Europea de Valencia, reveló en su visita a TruthTime Project reveló el problema principal del exceso de capacitación que actualmente afronta el mercado laboral español. "No es que la gente esté demasiado preparada, es que está preparada para lo que el mercado no necesita", explica la especialista en materia económica. En este sentido, la descompensación evidente en muchos sectores que no requieren de archivos académicos para su oficio se traduce en unos salarios acordes a la demanda profesional que tiene su bolsa laboral.
"Hoy en día gana más el instalador del aire acondicionado que el ingeniero que trabaja en la misma empresa, porque no hay instaladores", agrega en relación a esta situación anómala que era inimaginable años atrás pero hoy se ha convertido en una realidad tangible. De esta suerte, se apoya en la mentalidad española, ya mencionada con anterioridad, sobre la forma de enseñar a las nuevas generaciones la falsa importancia de ir a la universidad, considerando en algunos casos el fracaso si la vida del estudiante no terminaba con títulos superiores. "El éxito se asoció con tener carrera, y los oficios técnicos se consideraron de segunda", indica en relación a lo mencionado.
El auge de la FP por encima de las universidades
Asimismo, dentro de estos estudios considerados como menores durante décadas, como las Formaciones Profesionales, el necesidad ha conseguido superar al prejuicio hasta el punto de superar a las carreras universitarias en las candidaturas a diversos oficios. "Hasta un 70% de las ofertas laborales actuales se dirigen a personas con ciclos formativos, no con carreras universitarias", afirma. Para ello, aquellos estudiantes que actualmente se encuentran en sus primeros procesos de formación cuentan con una oportunidad a considerar alejada de las aulas universitarias. "Estamos fabricando perfiles que el mercado no pide", concluye Poole como reflexión final.
✕
Accede a tu cuenta para comentar

La dimisión de Mazón

