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Inteligencia Artificial

Si la industria de la IA entra en crisis, podría destruir la economía del planeta

Expertos advierten sobre los peligros de una posible crisis en la industria de la inteligencia artificial

Suumit Shah, empresario, despide al 90% de su plantilla y la sustituye por inteligencia artificial: los resultados son para preocuparse Gemini

Cuando se habla del auge de la inteligencia artificial, lo normal es pensar en cómo podría cambiar nuestras vidas o incluso reemplazar nuestros trabajos. Pero un nuevo informe pone sobre la mesa una idea mucho más alarmante: si la industria de la IA fracasa, el impacto podría ser tan grande que arrastraría con ella al resto de la economía global.

Si la industria de la IA entra en crisis, podría destruir la economía del planeta

La inversión en infraestructura de inteligencia artificial ha sido tan masiva que, irónicamente, se ha convertido en uno de los motores principales de la economía. En 2024, casi la mitad del crecimiento del S\&P 500 provino de las siete grandes compañías tecnológicas que están liderando esta carrera: Meta, Amazon, Google, Microsoft, Nvidia, Tesla y Apple.

El problema reside en una brecha económica preocupante. Mientras que se espera que estas compañías hayan gastado unos 560 mil millones de dólares en IA a principios de 2026, sus ingresos colectivos por esta tecnología apenas llegan a los 35 mil millones de dólares. En otras palabras, se está invirtiendo una cantidad de dinero colosal, pero los beneficios reales aún son muy escasos2.

Una burbuja que amenaza con estallar

Esta brecha está creando una situación de alto riesgo. Las empresas están sintiendo la presión de mostrar ganancias con la IA, incluso cuando el software no está cumpliendo con las expectativas. Como resultado, están recurriendo a recortes de personal y a la ralentización de las contrataciones para inflar artificialmente las cifras de productividad de la IA.

Este escenario, en el que el desempleo podría aumentar mientras la productividad cae, ya se vivió en los años 80 con el auge de los ordenadores. El software de correo electrónico, por ejemplo, provocó el despido de muchos secretarios, y los trabajadores terminaron dedicando más tiempo a enviar correos que a sus tareas habituales. Como explica el científico informático Cal Newport: "El correo electrónico fue una de esas tecnologías que nos hizo sentir más productivos, pero en realidad hizo lo contrario".

El problema ahora es que el correo electrónico no era el motor del 50% de la bolsa, como lo es la IA hoy en día. Por eso, si la industria de la inteligencia artificial fracasa, la caída podría ser mucho más grande y dramática, y podría llevarnos a una crisis económica a nivel global.