Bots amorosos

La nueva y peligrosa 'droga' del verano para los adolescentes es la IA: expertos alertan del riesgo de 'enamorarse' de un bot

La inteligencia artificial podría moldear la forma en la que ven el amor las nuevas generaciones. Es un problema

Amor
La distorsión del amor es uno de los problemas de estas relacionesPixabay

Cada año los informativos de las principales cadenas y varios medios alertan sobre supuestos peligros en Internet, como los famosos “retos virales”, que a menudo acaban siendo poco más que leyendas urbanas. Sin embargo, y para desgracia de muchos adolescentes, la posibilidad de enamorarse de un bot hoy resulta completamente factible.

El verano es la época en la que los adolescentes tienen más libertad, para lo bueno y lo malo. Disponen de mayor acceso al móvil, una herramienta maravillosa para seguir en contacto con sus amigos, pero que también encierra ciertos peligros, como la adicción o, más recientemente, la posibilidad de establecer vínculos emocionales con una inteligencia artificial.

Her ya no es ciencia ficción, es una realidad

Cuando Spike Jonze filmó Her, la idea de que una persona de carne y hueso pudiera enamorarse hasta el tuétano de un sistema operativo nos parecía ciencia ficción. Aunque otras películas como Blade Runner 2049, Ex Machina o The Machine ya habían jugado con esta posibilidad, o la ampliase, seguía pareciendo algo lejano e irreal.

En 'Her' (Spike Jonze, 2013), su protagonista se enamora de una IA
En 'Her' (Spike Jonze, 2013), su protagonista se enamora de una IAWarner Bros Pictures

Hoy eso ha cambiado. La inteligencia artificial está presente en numerosos aspectos de nuestra vida, incluso en el ámbito emocional. Muchos usuarios le confían sus pensamientos más íntimos, como si de un psicólogo se tratara, algo que también evidencia las carencias del sistema público de salud mental y la soledad emocional de millones de adolescentes.

Ya hay jóvenes que consideran amigos a los chatbots de inteligencia artificial. De hecho, incluso en plataformas como ChatGPT existen modelos diseñados para emular amigos o parejas sentimentales. Las opciones son variadas: desde una novia virtual cariñosa, hasta una siempre conectada que responde con memes, o incluso una con perfil de patriota estadounidense.

Algunos de los 'bots novias' de ChatGPT
Algunos de los 'bots novias' de ChatGPTChatGPT

Al final, la inteligencia artificial nos ofrece un sinfín de posibilidades, en el que usuarios con mínimos conocimientos tecnológicos, pueden crear su propia versión de su novia. Y decimos "novia" porque las estadísticas revelan que la mayoría de usuarios son hombres, incluso Whats The Big Data revela que solo el 18% de usuarios de pareja IA se identifican como mujeres, siendo ese 82% usuarios que se identifican como varones.

Varios expertos han alertado del riesgo creciente de que los adolescentes se “enamoren” de bots conversacionales. Como ya mencionamos, esta tendencia se intensifica durante el verano, una época en la que “todos nos relajamos y las tecnologías se vuelven más persuasivas”, como indica Manuel Armayones, Catedrático de Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), especialmente entre los más jóvenes, que disponen de mucho más tiempo libre.

No es bueno enamorarse de una IA

La tecnología no es buena ni mala en sí misma: todo depende del uso que hagamos de ella. Con la inteligencia artificial ocurre lo mismo. No es que tener una “novia IA” sea intrínsecamente negativo, pero sí puede conllevar una serie de riesgos, especialmente en adolescentes, cuyo cerebro y desarrollo social están aún en proceso de formación.

  • Distorsionan la idea del amor y la intimidad: las relaciones con IA suelen ser “perfectas”, ya que no hay conflictos reales ni límites, lo que puede llevar a una visión irreal del amor.

  • Refuerzan la dependencia emocional: los bots están disponibles las 24 horas del día, siempre responden con cariño y nunca discuten, lo que puede generar una dependencia afectiva difícil de romper.

  • No fomentan las habilidades sociales: las competencias necesarias para mantener relaciones reales —empatía, negociación, escucha activa, gestión del rechazo— no se desarrollan al interactuar con una IA diseñada para agradar.

  • Fomentan actitudes narcisistas o evitativas: al estar con una “pareja” que se adapta a todos los deseos del usuario, se pierde la práctica del compromiso y la concesión que exigen las relaciones humanas.

En definitiva, aunque las parejas virtuales con IA parezcan una solución cómoda o incluso atractiva, especialmente en la adolescencia, su uso incorrecto puede tener consecuencias perjudiciales a largo plazo. No se trata de demonizar la tecnología, sino de entender sus límites y de fomentar un uso responsable que complemente —y no sustituya— las relaciones humanas imperfectas, que, precisamente por eso, son valiosas.