Monitores Samsung

Pruebo el nuevo monitor Samsung para jugar en 3D sin gafas: nunca me había sumergido así en un juego

Visitamos las oficinas de Samsung Iberia para probar sus nuevos monitores gaming: el siempre fluido OLED G8 y, la joya de la corona, el Odyssey 3D, para jugar en tres dimensiones sin gafas

Los dos monitores en la sala de presentaciones de las oficinas Samsung Iberia
Los dos monitores en la sala de presentaciones de las oficinas Samsung IberiaPablo Hernando

Hemos probado los nuevos monitores con los que Samsung pretende dominar el mercado en 2025: el Odyssey OLED G8 y el Odyssey 3D. Ambos están enfocados en el gaming, pero son completamente distintos. El primero apuesta por la tecnología OLED de última generación, mientras que el segundo te transporta directamente al juego gracias a su sistema de tres dimensiones.

Aunque se presentaron internacionalmente hace meses, hasta ahora no estaban disponibles en España. Finalmente, la marca coreana los ha traído al país y, con su llegada, hemos tenido la oportunidad de probarlos en las oficinas de Samsung. Nos han sorprendido bastante, el OLED G8 por la calidad de su imagen y el Odyssey 3D por cómo nos sumerge en la partida, como si estuviésemos dentro del juego.

Odyssey OLED G8: definición y fluidez máxima

Los colores están vivos
Los colores están vivosPablo Hernando

El primero que probé fue el Odyssey OLED G8. El año pasado tuve la ocasión de analizar su hermano menor, el G6, que me pareció uno de los mejores monitores que he utilizado. Este año, las sensaciones vuelven a ser excelentes.

Estamos ante un monitor con tecnología QD-OLED, lo que se traduce en una calidad de imagen sobresaliente. Los colores tienen vida, los negros son realmente profundos (algo que no siempre es fácil de lograr), y su gran fluidez hace que, en todo momento, lo que ves en pantalla esté perfectamente sincronizado con las teclas o botones que pulses.

Un Call of Duty en el Odyssey OLED G8
Un Call of Duty en el Odyssey OLED G8Pablo Hernando

Otro de los aspectos que más me ha llamado la atención es la falta de reflejos. El G6 ya destacaba en este apartado, y este nuevo modelo lo hace aún mejor. Jugamos en una sala llena de pantallas, pero nunca hubo reflejos, sin importar el ángulo desde el que lo miraras.

En cuanto al diseño físico, mantiene el estilo tradicional de la gama Odyssey OLED: pantalla plana, acabado metálico y una base pentagonal muy característica. En la parte trasera incluye luces LED que puedes sincronizar con el juego o configurar a tu gusto. Además, es un monitor muy cómodo de ajustar, ya que permite girar, voltear, subir o bajar la pantalla con respecto a su soporte.

La base es la clásica pentangonal de los Odyssey OLED
La base es la clásica pentangonal de los Odyssey OLEDPablo Hernando

Ficha técnica del Odyssey OLED G8 (web de Samsung):

  • Pantalla plana de 27"

  • Ratio de aspecto 16:9

  • Brillo: 250 cd/m²

  • Frecuencia: 240 Hz
  • Ratio de contraste: 1.000.000:1

  • Resolución: 4K UHD (3.840 x 2.160)

  • Tiempo de respuesta: 0,03 ms

  • Precio recomendado: 1.299 euros

Odyssey 3D: la inmersión definitiva

Te sumerge tanto en los videojuegos como en las películas
Te sumerge tanto en los videojuegos como en las películasPablo Hernando

Por otro lado, tenemos la joya de la corona: el Odyssey 3D. ¿Recuerdas la Nintendo 3DS? Pues este monitor hace algo parecido, permitiéndote jugar en 3D sin gafas. Por supuesto, lo hace de forma más avanzada, con mayor profundidad y cuidando más la experiencia visual, pero el principio es el mismo.

Sinceramente, me sorprendió. No esperaba que el efecto tridimensional fuese tan realista. Pensaba que algún detalle se vería con más profundidad, pero bastó probarlo para sentir que el personaje y el escenario salían literalmente de la pantalla. Dicho esto, las fotos que he incrustado en el artículo no le hacen justicia, es algo que no se aprecia en fotos, pero que, de verdad, era increíble.

Lo probamos con un juego llamado The First Berserker: Khazan, una especie de Dark Souls. Fue increíble cómo el monitor detectaba la posición de nuestros ojos para ajustar el 3D. No solo veíamos al personaje con profundidad dentro del escenario, sino que las ramas parecían sobresalir de la pantalla y las montañas, al fondo, daban la sensación de estar a cientos de metros. Incluso la nieve que caía parecía flotar frente a nosotros.

Las fotos no hacen justicia a su 3D
Las fotos no hacen justicia a su 3DPablo Hernando

Aunque no tuvimos la oportunidad de probar más títulos, el equipo de Samsung nos aseguró que ya hay varios juegos compatibles, como Red Dead Redemption 2, entre otros. También vimos un vídeo renderizado en 3D, y la sensación de inmersión fue total. Samsung nos confirmó que es posible ver cualquier película en 3D con este monitor, incluyendo Avatar.

Eso sí, hay un detalle importante: el Odyssey 3D solo puede detectar a una persona. Si lo ves desde un lateral, la imagen se verá borrosa, ya que el efecto tridimensional está calibrado para quien esté justo en el centro. Si hay varias personas, el sistema puede confundirse. No se trata de un fallo, sino de una limitación lógica de esta tecnología.

Además, el modo 3D es opcional. Puedes desactivarlo y usar el monitor en modo 2D sin problemas, tanto para jugar como para ver contenido. También conviene aclarar que el escritorio de Windows, programas como Excel y otras aplicaciones no se muestran en 3D (por suerte, nadie quiere un Excel que encima vaya hacia ti).

Gran sensación de profundidad
Gran sensación de profundidadPablo Hernando

Ficha técnica del Odyssey 3D (web de Samsung):

  • Pantalla plana de 27"

  • Ratio de aspecto 16:9

  • Brillo: 350 cd/m²

  • Frecuencia: 165 Hz
  • Ratio de contraste: 1.000:1

  • Resolución: 4K UHD (3.840 x 2.160)

  • Tiempo de respuesta: 1 ms

  • Precio recomendado: 2.199 euros

En definitiva, estamos ante un monitor verdaderamente 3D, capaz de sumergirte por completo en juegos y películas. Habría que comprobar su comodidad en sesiones largas, pero tras un buen rato de uso, no notamos fatiga visual ni molestias en la cabeza. Dicho esto, no me parece un monitor para jugar online o competir, sino un artículo especial para una mayor inmersión y enfocado al disfrute. Su precio de más de 2.000 euros lo hace una pieza premium, por lo que queda ver cómo reacciona el mercado.