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Sostenibilidad

La solución de Airbus para que los aviones dejen de contaminar en tierra es tan simple como genial: así son los "Taxibots"

Todos hemos vivido esa lenta y larga procesión de un avión por las pistas de un aeropuerto antes de despegar. Lo que muchos no saben es que, durante ese trayecto, los motores a reacción están quemando queroseno a un ritmo vertiginoso. Airbus ha ideado una solución

Un avión durante el proceso de taxi Unsplash

En la constante búsqueda de una aviación más sostenible, a menudo pensamos en combustibles renovables de lo más futuristas, diseños de alas revolucionarios o motores eléctricos que aún parecen lejanos. Sin embargo, una de las innovaciones más impactantes y realistas para reducir la huella de carbono de los vuelos está ocurriendo en tierra, justo delante de nuestros ojos, aunque de forma casi invisible. Se trata de los Taxibots, unos vehículos que están llamados a jubilar el método tradicional de taxiing de los aviones.

La idea, que forma parte de una ambiciosa iniciativa europea liderada por Airbus y llamada HERON (Highly Efficient gReen OperatioNs), parte de una premisa tan simple como genial: ¿por qué gastar miles de litros de combustible de avión y generar una enorme cantidad de emisiones y ruido para una tarea tan simple como ir de la puerta de embarque a la cabecera de la pista?

¿Qué es un Taxibot y cómo funciona?

Un Taxibot es un tractor de arrastre híbrido-eléctrico, pero con una característica que lo cambia todo: es controlado directamente por el piloto del avión desde la propia cabina. Su funcionamiento es un brillante ejercicio de ingeniería: el vehículo se acopla al tren de aterrizaje delantero del avión, eleva la rueda sobre una plataforma giratoria, y a partir de ese momento, el piloto utiliza la propia caña de dirección (tiller) y los frenos del avión para dirigir el conjunto.

El conductor del tractor solo se encarga de conectar el vehículo al avión y realizar el pushback inicial desde la puerta de embarque. Una vez hecho esto, cede el control al piloto para todo el trayecto por las pistas. Los potentes y contaminantes motores del avión permanecen apagados hasta unos minutos antes del despegue.

Este simple cambio de procedimiento tiene un impacto masivo: se elimina el consumo innecesario de combustible en tierra, lo que se traduce en una reducción drástica de las emisiones de CO2 y NOx, así como de la contaminación acústica en los aeropuertos.

Una realidad en los grandes aeropuertos (y con un futuro 100% eléctrico)

Un Airbus A380Unsplash

Lejos de ser un simple prototipo, los Taxibots son ya una realidad tangible. Las modificaciones necesarias en los aviones de pasillo único de Airbus ya están certificadas y disponibles para su instalación en las flotas actuales. De hecho, aerolíneas como easyJet ya tienen previsto iniciar pruebas este mismo 2025 en el aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam.

La elección de Schiphol no es casual. Sus estudios indican que la adopción a gran escala del Taxibot podría suponer un ahorro de combustible en tierra de alrededor del 50%, llegando hasta un increíble 85% en los trayectos a las pistas más lejanas del aeropuerto. Otros grandes aeropuertos como el JFK de Nueva York, el Charles de Gaulle de París, el de Nueva Delhi y el de Bruselas también están ya realizando pruebas con estos vehículos.

El futuro, además, es aún más prometedor. Se espera que a partir de 2026 se introduzca una versión totalmente eléctrica del Taxibot, y ya se está desarrollando una variante para los aviones de fuselaje ancho como el A340 o el A380, los que cubren las rutas de largo radio.

El objetivo final del proyecto HERON y de sus 24 socios (que incluyen a aerolíneas como Air France y Lufthansa, y a gestores aeroportuarios como Aéroports de Paris) es que el uso del Taxibot se convierta en el procedimiento estándar para los movimientos en tierra de los aviones, siempre que las condiciones lo aconsejen. Como señala Benjamin Tessier, coordinador de HERON en Airbus, "los aeropuertos están buscando activamente soluciones para reducir las emisiones de CO2 de las operaciones en tierra", y esta ingeniosa solución parece ser una de las más eficaces y realistas a corto plazo para conseguirlo.