Compras
Justo ayer tuvo lugar una nueva entrega del archiconocido Black Friday, una fecha que se ha convertido en unos de los clásicos comerciales por antonomasia. De hecho, cada noviembre, parece que este viernes resulta insuficiente para abordar todo ese conglomerado de ofertas y descuentos que hacen nuestros ojos chiribitas. Hoy, seguimos notando sus coleteos. Y, posiblemente, mañana también lo hagamos. Nos encanta comprar, no hay duda. Quizá motivados por ese erróneo sentimiento de oportunidad que, de nuevo desacertadamente, nos intentan meter con calzador año tras año. Y, oye, todo hay que decirlo: lo consiguen con bastante éxito.
A falta aún de datos oficiales, se espera que los españoles gastemos entre 168 y 179 euros durante la presente edición. Hay que tener en cuenta que se trata de dos cifras un tanto menores que las de 2019, en parte por culpa de los problemas económicos que está dejando el COVID-19 a su paso. Además, este coronavirus ha provocado que se disparen las compras online en detrimento de las físicas. Tanto es así que, según la consultora Tandem Up, seis de cada 10 consumidores ya prefieren hacerlas a través de internet por miedo a contagiarse en las tiendas. Algo que volveremos a notar este mismo lunes.
A pesar de que el Cyber Monday tiene lugar tan sólo tres jornadas después del viernes negro, la realidad es que no es tan conocido como el primero. Su origen se remonta a los Estados Unidos de 2005, momento en el que las compañías de ecommerce aprovecharon el clima de consumo masivo que empezaba a surgir para empezar a lanzar rebajas desproporcionadas. La idea apareció por primera vez en un comunicado de prensa de shop.org, que afirmaba que el ciberlunes se convertiría en una de las citas clave del mundo. Y lo hizo con un planteamiento muy claro: aprovechar el tirón del Black Friday tan sólo unos días después, captando a todos aquellos insatisfechos que no pudieron hacer realidad sus deseos.
El método surtió efecto: el 77% de los comercios minoristas aseguraron que había aumentado el número de productos despachados. Algo que también se ha mantenido con el paso del tiempo: según ComScore, los ingresos generados han pasado de 610 millones de dólares en 2006 a 2.280 en 2015. Si bien es cierto que se trata de una festividad dedicada principalmente a la tecnología y a la electrónica, también lo es que hoy la oferta se ha ido ampliado de forma significativa. En el caso de España, por ejemplo, ha llegado hasta la cultura, el ocio, el mobiliario, la decoración…
Ahora bien, nunca hay que dejarse llevar por la emoción para evitar cualquier tipo de timo. No hay que olvidar que estas convocatorias suponen un momento ideal para que los hackers hagan de las suyas. Intentarán robarle el dinero, hacerse con sus contraseñas, captar su atención con mensajes falsos, incitarle a pinchar en sus enlaces maliciosos… En definitiva, este ciberlunes se ha convertido en otro caldo de cultivo más para las ciberestafas. Por ello, lo importante es identificarlas con precisión y no dejarse embaucar tontamente. Las verdaderas gangas están muy lejos de esos chollos impensables que a veces recibimos en la carpeta de spam: una televisión de 50 pulgadas de una marca reconocida jamás estará a 40 euros.
Ojo con la web
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) recuerda que es muy importante usar páginas oficiales y de confianza que aseguren una conexión estable. O dicho de otra forma, que la dirección empiece por https. En internet, hay clones de webs que son difíciles de detectar y que pueden aprovechar para introducir algún virus. Por ello, lo mejor es escribir directamente el nombre directamente en el navegador y comprobar que aparece el símbolo de un candado cerrado.
Apps oficiales
El teléfono móvil se usa cada vez más para realizar compras a través de múltiples aplicaciones que pueden simplificar el proceso y ahorrar algo de tiempo. Pero, en cualquier caso, hay que asegurase siempre de que son las oficiales de las tiendas, comprobar quién es el desarrollador y valorar si es necesaria la información que nos solicitan.
Contraseñas con clase
Cada vez son más las marcas que exigen un registro con contraseña. En ese caso, lo mejor es que estén formadas por números, letras y caracteres especiales, sin datos que se puedan deducir fácilmente. Y, lo más importante, nunca compartirlas. No sólo se trata de tener una credencial robusta, sino también no usarla para más de una cuenta.
Siempre en casa
Si para hacer una compra va usar una red wifi, evite las de acceso público o gratuito. Principalmente porque no son seguras y, a través de ellas, los ciberdelincuentes pueden hacerse con el número de las tarjetas de crédito, contraseñas o datos bancarios. Por eso, lo mejor en estos casos es usar siempre la conexión de casa o la red móvil del smartphone.
Destierra el efectivo
La AEPD es muy clara al respecto: tenemos que emplear “una tarjeta de crédito de uso exclusivo para realizar los pagos a través de internet”. Aunque también se puede recurrir a plataformas seguras y nunca enviar dinero en efectivo a través de transferencias bancarias. En ese sentido, la Policía Nacional señala en su Twitter que siempre debemos verificar que los cargos en la cuenta bancaria se corresponden con las adquisiciones durante estos periodos. De tal modo que, en caso de que se detecte un uso fraudulento, habrá que denunciarlo y reclamar la devolución de los cargos.
Mensajes no solicitados
A través de cadenas de WhatsApp o correo electrónico se pueden recibir ofertas muy atractivas, pero no hay que bajar a guardia porque puede tratarse de una trampa para llevarnos a tiendas falsas donde los criminales se apoderarán de nuestros datos. “Debes sospechar de mensajes alarmistas que soliciten pinchar en un enlace o descargar un fichero adjunto”, señala la AEPD. Así como de los que pidan datos personales, como los bancarios. Para enviar comunicaciones comerciales las empresas deben tener nuestro consentimiento previo.
El #GivingTuesday, la vuelta de tuerca del Black Friday
El Giving Tuesday es un movimiento global con sede en 70 países que ofrece una campaña de sensibilización y de captación de donativos para ayudar a distintas entidades y fundaciones a cumplir sus proyectos. Surgió de la ONG 92Y Street de Nueva York, dedicada durante más de 100 años a las obras sociales, y de la Fundación de las Naciones Unidas, que ha aportado su experiencia en la estrategia y la difusión de planes solidarios. Su origen se remonta a 2012, cuando este martes para darnació como una alternativa al Black Friday y al Cyber Monday que promueven las compras masivas antes de Navidad. El próximo 1 de diciembre, España celebrará su sexta edición, después de recaudar 697.265 euros en 2018. Por el momento, ya hay casi 200 iniciativas recogidas en la su página web, entre cuyos objetivos se encuentra fomentar una cultura de colaboración en la lucha contra la pobreza, la inclusión social, las enfermedades… Cada idea está abierta, lo que quiere decir que cualquier asociación o particular puede participar como considere oportuno. La cita llegó por primera vez a nuestro país hace seis años, consiguiendo un total de 405.000 euros destinados a más de 260 propuestas.