Un ‘Tesla’ acuático para volar sobre el mar

Está claro. Afrontar la ola perfecta depende de múltiples factores: el viento, el mar, el surfista, la cera… De ahí que haya compañías dedicadas exclusivamente a estudiar todas estas variables para engendrar tablas que se adapten a todo tipo de situaciones. Flite es una de las que se lo toma más en serio: desde 2018, ha intentado adaptar la tecnología a este deporte, dando lugar a propuestas únicas en todo el planeta. Su primera invención incorporó un sistema electrónico a la espuma que permitía controlar la posición y la destreza de sus usuarios. Ahora, su nuevo producto va incluso más allá.

Las Fliteboard Series 2 apuestan por las hidroalas más avanzadas del planeta. Para ello, se valen de una hélice conectada a todo el conglomerado tecnológico que incorporaban sus predecesoras. Así, mediante un mando a distancia, cualquiera puede controlar la potencia y la marcha de la misma en todo momento. Tal y como ha explicado la multinacional australiana, su funcionamiento está regulado por una batería oculta entre fibras de carbono que, entre otras cosas, permite al surfista volar sobre el agua. De hecho, esa es la sensación que transmite a todo aquel que observa desde lejos.

Gracias al telecontrol, es posible acelerar los desplazamientos, obtener información del ordenador de a bordo, vigilar el consumo de batería, geolocalizar la posición… En definitiva, un conjunto de funciones que consumen bastante energía y que nos obliga a preguntarnos cuál es la autonomía del artefacto. Según las características técnicas, ésta proporciona entre 60 y 90 minutos de uso ininterrumpido. En cuanto a la velocidad, el aparato puede alcanzar hasta 55 kilómetros por hora con un techo de 40 kilómetros. Suficiente, por ejemplo, para cruzar tres veces por completo el Estrecho de Gibraltar.

A través de su web, la empresa da la opción de escoger entre cuatro modelos y adaptar las características al gusto de cada cliente: desde el tamaño de la superficie hasta la configuración de los alerones. Así, en particular, su Fliteboard Ultra se presenta como la tabla de surf e-oil electrónica más pequeña y vanguardista del mercado, con tan sólo 1,27 metros de altura. Ésta, como sus hermanas, cuenta exactamente con las mismas prestaciones informáticas, así como con la garantía que proporciona esta marca a escala mundial. El precio, evidentemente, es alto: desde 10.400 euros la versión más básica. Una cifra que, para muchos, resulta más que rentable.