ISS
La Estación Espacial Internacional, de nuevo en peligro por los restos del satélite que Rusia destruyó
No es la primera vez que la ISS pasa demasiado cerca de la trayectoria de los más de 1.500 fragmentos del Cosmos 1408
Por segunda vez en menos de un año, la Estación Espacial Internacional se ha visto en peligro a causa de la basura espacial generada por la destrucción del satélite ruso Cosmos 1408. La NASA ha anunciado que este lunes la ISS tuvo que llevar a cabo una PDAM (Pre-Determined Debris Avoidance Maneuver o Maniobra de evitación de escombros predeterminada) para ganar una “medida extra de distancia” en relación a la trayectoria prevista de los escombros del satélite ruso y eliminar la posibilidad de un impacto contra la estación espacial.
Para llevar a cabo la maniobra, la ISS encendió los propulsores de la nave espacial rusa Progress, que actualmente se encuentra acoplada en uno de los puertos de la estación espacial, durante cinco minutos y cinco segundos. Con esta maniobra, la ISS aumentó su distancia de 4,8 kilómetros con la trayectoria de lo que queda del Cosmos 1408 en 321 metros en apogeo (punto orbital más alejado de la Tierra) y 1.287 metros en perigeo (punto en un órbita más cercano).
No es la primera vez que la ISS debe realizar maniobras ante la posibilidad de un impacto con los restos del satélite ruso que continúan orbitando la Tierra. El pasado 15 de noviembre los tripulantes de la estación espacial tuvieron un abrupto despertar al verse obligados a prepararse para una posible evacuación de emergencia ante el riesgo que presentaba la cercanía del campo de escombros proveniente de la destrucción de Cosmos 1408. En aquel entonces, tuvieron que aislar los módulos radiales de la estación y refugiarse en las capsulas de escape donde permanecieron durante dos horas hasta que el peligró pasó.
Cosmos 1408 era un satélite lanzado en 1982 a la órbita baja terrestre que formaba parte del sistema Tselina-D de satélites ELINT de vigilancia militar. Rusia decidió “jubilarlo” el año pasado por el expeditivo método de destruirlo con un misil anti satélite DA-ASAT y en una demostración de capacidad militar en el espacio. Generó unos 1.500 fragmentos que se desplazan por la órbita baja terrestre a una altura de unos 480 kilómetros.
El suceso fue fuertemente criticado por la NASA y el Gobierno de Estados Unidos por el peligro que supone la basura espacial para las naves y satélites en la órbita baja terrestre. La Estación Espacial Internacional no es la única que ha estado en riesgo por los restos del satélite ruso. En enero, una pieza del Cosmos 1408 pasó a solo 14 metros de un satélite chino, según recoge Ars Technica. Meses más tarde, en abril, Estados Unidos dijo que prohibiría las pruebas de misiles anti satélites. Reino Unido, Corea del Sur, Japón, Alemania, Canadá y Nueva Zelanda se han comprometido a no llevar a cabo este tipo de tests, pero Rusia y China no han manifestado ninguna intención al respecto.
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