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El gadget del sábado: batería y panel solar Ecoflow. Una bestia de carga

Luces y sombras de un sistema de carga que persigue la autosuficiencia

Luces y sombras de la energía solar y las nuevas baterías.
Luces y sombras de la energía solar y las nuevas baterías.J.S.

Los precios de la energía, la vida profesional remota, los viajes… todo esto confluye para que mucha gente persiga una vida autosuficiente. Y una de las claves para conseguirlo reside en el uso de baterías y paneles solares. Hemos probado la batería EcoFlow River 2 Max con un panel solar de la misma marca para ver cómo, cuánto y en qué circunstancias rinden.

Empezamos con la batería. La primera impresión es que se trata de un dispositivo sólido, pese a usar materiales plásticos no se ven frágiles y toda la configuración es robusta, algo esperable en un dispositivo que no va a estar quieto en un mismo lugar. Tiene un peso de casi 7 kilos y aunque puede resultar pesado para transportar de un lado para el otro constantemente, es ligero para el uso que se le da. Eso sí, eché en falta un estuche, maleta o mochila específico para guardarlo cuando no está en uso y así evitar daños por rozaduras, salpicaduras, etc.

La EcoFlow River 2 Max incluye tres puertos USB tipo A, uno C, dos tomas convencionales y cargador para el mechero del coche, con el cual también es posible cargarla. En este caso el tiempo de carga es de menos de dos horas, con la electricidad del hogar la carga completa es de una hora y con el panel de energía solar, se toma unas tres, cuatro horas, dependiendo de si estamos alertas a la posición del sol y de la intensidad del mismo: nosotros lo hemos probado con el sol asturiano y nos tomó 4 horas en total.

Una ventaja interesante, en este sentido, es que cuenta con una aplicación disponible para Android e iOS. Con esta se puede regular la tasa de carga, visualizar la entrada del coche y configurarla a 4A, 6A y 8A. Regular el modo CC entre carga solar, carga de automóvil y automático. También existe la posibilidad de habilitar la capacidad de sobretensión, por cuestiones de seguridad, así como establecer límites de carga y descarga (muy útil si vamos algo justos). En prueba directa, con el 100% de la batería, pude cargar un portátil por completo, cuatro móviles y un proyector, todo al mismo tiempo, sin problemas. Y aún así me quedaban cuatro horas de carga restante. Sugerencia: para próximos modelos sería interesante usar la parte superior como módulo de carga inalámbrico para dispositivos que no requieren mucha energía, como relojes o cascos, de ese modo se aprovecharía el espacio y no se pierden puertos.

Pasamos ahora al panel solar. Cuatro segmentos que pesan en total cuatro kilos. Viene en un estuche que puede actuar como base para regular la inclinación en el momento de carga gracias a que uno de sus lados es rígido. Esto es fundamental: la inclinación y la dirección pueden hacer que pase de una carga de tres horas a una de seis. Se supone que tiene una capacidad de 160 W, nunca pasamos de los 120W, quizás por las horas a las que lo probamos o por la latitud (Asturias), habría que probarlo en otros sitios.

El tiempo de carga con el panel solar dependerá mucho no solo de la intensidad, sino también cómo lo ubiquemos.
El tiempo de carga con el panel solar dependerá mucho no solo de la intensidad, sino también cómo lo ubiquemos.J.S.

Se conecta muy fácil con la batería (de hecho sirve para muchas baterías de otras marcas) con unos cables incluidos. También puede cargar de forma directa algunos dispositivos, pero para ello hay que comprar los conectores específicos. Solo hay que desplegarla para que comience a funcionar, nada de configuraciones ni esperas. A partir de la hora de carga su temperatura aumenta notablemente y no es recomendable tocarla. Pese a ello no hay problema, se supone que es así. Al igual que la batería, tiene su peso y no es para llevar en rutas de senderismo, más por su tamaño que por su peso. Pese a ser plegable y delgado (menos de 7 centímetros) tiene el ancho y el largo de una maleta de gran tamaño. El estuche incluye un cierre que si bien no es hermético, sí viene con una protección de goma, que reduce la cantidad de agua que puede entrar si nos pilla un chubasco inesperado. Lo mismo para tierra o arena.

Es resistente a los arañazos y al agua, la tierra y la humedad, algo lógico si tenemos en cuenta en los entornos en los que se utiliza. Puede operar entre los 0 y los 60º C, por lo que sí, en un escenario ideal lo podríamos dejar en el coche mientras se carga. Si bien esto no lo hemos probado, por cuestiones de seguridad, lo mejor es que esté al aire libre mientras se carga: estamos jugando con energías renovables, pero también con química y el interior de un vehículo puede alcanzar temperaturas muy altas y producir riesgos.

Dicho todo esto… tanto la batería como el panel pueden convertirse en un sustituto de emergencia en caso de cortes de luz en el hogar, pero no está diseñado para ello. Puede alimentar una nevera pero conectarle más dispositivos ya excede sus capacidades. Sí nos sacará de un apuro con algunas luces de mesa, móviles, ordenadores, router y la televisión. Pero no más de un día, a menos que usemos el panel solar y aún así. Está diseñada para viajes, autocaravanas y acampadas o excursiones. En estos contextos tiene el peso adecuado, puede alimentar una nevera de viaje y cargar varios dispositivos al mismo tiempo. El panel solar también es fácil de transportar (más que la batería gracias a su estuche) y carga con una velocidad adecuada, siempre que lo ubiquemos bien.

En el lado negativo, a la batería le falta un estuche para transportarla y en el que también guardar los cables que incluye y los nuevos que compremos. La carga con panel solar es variable y hay que estar muy atentos a la posición del sol. Serviría mucho que la aplicación envíe una alerta cuando se baja de determinado nivel de carga, para hacernos saber que habría que corregir la inclinación o dirección de los paneles. Estos, por su parte, no son los más eficientes del mercado y aunque tienen un grado de conversión eficiente (por encima del 20%) van justos.

En cuanto al precio (600 euros para la batería y 400 para los paneles solares), no son los más económicos tampoco y es una inversión que generalmente no contemplamos para estos casos, pero teniendo en cuenta que son más económicos que algunos móviles y nos pueden sacar de muchos apuros, su precio no es tan elevado…si los vamos a usar frecuentemente. De lo contrario, hay opciones más económicas.