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A subasta el primer ordenador de Steve Jobs

Una casa de subastas de Boston espera alcanzar 600.000 dólares por este prototipo hecho a mano por Steve Jobs y Steve Wozniak en 1976
Una casa de subastas de Boston espera alcanzar 600.000 dólares por este prototipo hecho a mano por Steve Jobs y Steve Wozniak en 1976larazon

No parece a simple vista que las multitudes que se agolpan en las tiendas Apple (diáfanas como templos) para adquirir cada nuevo modelo de iPhone, tengan mucho que ver con las aglomeraciones que se forman anualmente en el Ganges. Pero, en el fondo, igual que el agua del río indio no es más agua que la del arroyo cercano, el ultimísimo iPhone no está tan lejos de una pieza de apenas 150 euros. Los dos, píxel arriba píxel abajo, le harán un buen selfie este verano, pero, claro, no es lo mismo (no puede serlo) sonreir al pajarito empuñando 1.300 euros. Porque Apple, además de una marca, es un «concepto», pura condición áurea. Y el aura se paga caro, razón por la que Burberry prefiere destruir su excedente a venderlo a precio de ganga o el Ganges está más concurrido que su vecino. Quien compra Apple se lleva un trocito de su filosofía (su religión) a casa, una parte del fuego primario con el que Steve Jobs, el genio oficial del siglo, ensambló su primer cacharro en un garaje de Sillicon Valley, hoy catalogado como lugar histórico. La muerte no ha hecho sino engrandecer su figura mística, la de apóstol de la utopía tecnológica y el desarrollo optimista y exponencial que un buen día nos alcanzaría a todos en cotas de igualdad y felicidad nunca antes vistas. De ahí que no sea extraño que se haya generado todo un culto alrededor de los objetos asociados a Jobs y Apple. Así, el 25 de septiembre, una casa de subastas de Boston prevé alcanzar 600.000 dólares por el primer y rarísimo computador que Jobs y su socio Steve Wozniak crearon en 1976. Aquel prototipo, hecho a mano, y para el que estos dos «nerds» rompieron la hucha engordada con cuentagotas por sus trabajos en HP y Atari, constaba de un circuito de 62 chips. Los usuarios tenían que añadir el teclado y el monitor, así como la carcasa de revestimiento. El concepto de ordenador personal compacto estaba aún lejos en la mente de los pioneros de la electrónica. Sería precisamente Jobs quien abriera el camino. A los circuitos surgidos de la pericia tecnológica de Wozniak, el verdadero genio matemático (que ya antes del Apple I creaba ordenadores quiméricos en papel), Jobs añadió la idea revolucionaria de vender todo los componentes integrados en una caja de plástico. Eso fue posible gracias al éxito entre la comunidad friki del rudimentario pero sofisticadísimo Apple I, que logró vender 200 unidades al precio de 666,66 dólares (esta cifra diabólica fue un capricho de Wozniak). De ellos se estima que quedan apenas dos docenas. La unidad subastada fue restaurada en junio y puesta en perfecto funcionamiento. Consta de los siguientes componentes: placa original de Apple I, interfaz de casette, intrucciones y dos manuales, teclado de la época, monitor Sanyo 4205, fuente de alimentación y cables originales. Eso sin contar aquello que hace que la gente se bañe en el Ganges y no en el arroyo de al lado.