Tecnología militar

Así es la estación nuclear en el espacio que quiere construir la Fuerza Aérea de Estados Unidos

El objetivo es crear las tecnologías necesarias para desarrollar naves espaciales que utilicen fisión nuclear, en lugar de paneles solares.

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Representación artística de una posible base nuclear en el espacioUS Air ForceUS Air Force

Probablemente, el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (AFRL) no sea tan conocido como DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa, por sus siglas en inglés) pero en lo que respecta a ciencia y tecnología, van a la par. Y su nuevo proyecto es una estación espacial nuclear.

La AFRL es un área de investigación y desarrollo científico de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos dedicada, según su página web a “liderar el descubrimiento, desarrollo e integración de tecnologías de combate aeroespacial basadas en energía directa, planificación y ejecución de la ciencia de la Fuerza Aérea, y proporcionar capacidades de guerra a las fuerzas aéreas, espaciales y ciberespaciales de los Estados Unidos”.

Como tal, controla todo el presupuesto de investigación científica y tecnológica de la Fuerza Aérea, que ya en 2006 fue de 2.400 millones de dólares. Tiene más de 11.000 empleados en nueve áreas tecnológicas y 40 operaciones en todo el mundo. Y ahora ha firmado un contrato con Lockheed Martin, por 33 millones de euros, para el programa de aplicación de misión de alta potencia de Tecnología Emergente Conjunta de Suministro de Energía Nuclear en Orbita (JETSON). Este contrato prevé el desarrollo del diseño técnico de los sistemas y subsistemas de la nave espacial JETSON.

La iniciativa JETSON está estudiando reactores de fisión en la categoría de “alta potencia”, pero también sistemas de propulsión. La idea es imitar los reactores nucleares terrestres que dividen átomos para generar electricidad a bordo para los sistemas operativos de las naves espaciales. Para ello investigan en isótopos diferentes a los que utiliza la NASA para sus sistemas de energía, como los que hay a bordo de las sondas interestelares Voyager.

Obviamente, un objetivo clave del programa es reducir el peso de los reactores terrestres, ya que cada kilo aumenta el precio del lanzamiento espacial. Y aquí es cuando entra la estación espacial nuclear, una que se construirá más allá de la órbita terrestre geosincrónica (GEO), a aproximadamente 36.000 kilómetros de la Tierra, la órbita más externa que ahora utilizan habitualmente los satélites militares. En pocas palabras: se trata de construir, en el espacio, una “gasolinera nuclear" para reabastecer de combustible a las naves y que estas no tengan que despegar de bases en la Tierra con una carga enorme de combustible.

Teniendo en cuenta que Lockheed Martin está especializado en el desarrollo de sistemas ATC, misiles balísticos, vehículos de lanzamiento, satélites y naves espaciales, no es raro que el contrato se haya cedido a esta firma. Y menos aún si tenemos en cuenta que se trata de una empresa estadounidense.