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¿Es adicto a la moda de «comprar en un click»?

El fenómeno afecta a uno de cada cinco consumidores online, según un estudio, y se acrecienta en periodos de compras compulsivas como las Navidades

El pago por el móvil ha cambiado el concepto de las compras tradicionales, pero entraña muchos riesgos
El pago por el móvil ha cambiado el concepto de las compras tradicionales, pero entraña muchos riesgoslarazon

El auge de las nuevas formas de consumo, como los ecommerce o el pago a través de los smartphones, ha disparado el hábito de “compra en un click”, un peligroso fenómeno que ya afecta a uno de cada cinco españoles, según explica Verónica Rodríguez Orellana, terapeuta y directora de Coaching Club.

Este hábito social, que puede convertirse en una adicción de indeseadas consecuencias, tiene su consecuencia directa en un cambio en los patrones de consumo, que eliminan de un plumazo las tradicionales barreras para gastar dinero. Ya no es solo la más elemental de llevar “cash” en el bolsillo, sino incluso la de tener que sacar del monedero una tarjeta de crédito o débito que, por muy dinero de plástico que sea, lleva obligatoriamente al consumidor a asumir que está haciendo uso de un dinero contante y sonante.

El sistema de pago por el móvil, tan sencillo y aparentemente inofensivo como cualquier otro que se realiza a lo largo del día con el smartphone, ha hecho al consumidor aún más vulnerable al gasto compulsivo.

Pero, más allá de estos argumentos técnicos, este tipo de conductas hunden sus raíces en condicionantes mucho más profundos.

La adicción de la “Compra en 1 click” “funciona como respuesta a un estado interno de malestar o tensión y a la sensación de que adquiriendo un determinado objeto o producto se encontrará el ansiado alivio, el cual puede tornarse cada vez más transitorio y generar a posteriori un desagradable sentimiento de culpa”, explica Rodríguez Orellana.

“Se compra por la facilidad de hacerlo desde el smartphone o desde la tablet. La circunstancia de no tener los productos físicamente delante hace perder la noción de lo comprado pero el gasto ya se ha realizado -añade la terapeuta-. Este problema comienza a verse al navegar por Internet con la idea de pasar un rato y terminar comprando lo no previsto, o terminar adquiriendo lo que no necesitamos y nunca usaremos”.

“Los principales factores que intervienen en esta adicción son psicológicos y culturales que van desde el estilo de sociedad en que vivimos con un estímulo permanente al consumo, que apunta a generar la ilusión de felicidad y realización en el consumo, hasta la variable relacionada con estilos de personalidad más predispuestos a caer en este tipo de adicciones”, explica Verónica Rodríguez Orellana.

En períodos de consumismo compulsivo, y el de las Navidades es el mayor de todos, esta forma de gastar sin control se acrecienta. En Coaching Club ofrecen cinco consejos para evitar males mayores:

1. Planificar las compras, elaborando una lista de lo que se quiere adquirir y sopesando qué es lo que realmente se necesita.

2. No comprar cuando se está triste. Comprar para reconfortarse o sentirse mejor suele volverse en contra a la larga.

3. Ir acompañado por alguien que haga de “voz de la conciencia”

4. Destinar un presupuesto específico... y no sobrepasarlo.

5. Y si la cosa se desmadra, buscar ayuda profesional para no acabar “sin blanca”.