Astrobiología

Este estudio señala el primer paso para habitar Marte

La clave está en la presión marciana, que es un 0,6% la de la Tierra

Marte Descubrimiento
Marte DescubrimientoNasa

A menudo todo se reduce a un momento o un acontecimiento. El instante en el que todo se giró hacia un destino distinto, la gota que colmó el vaso. Eso es precisamente lo que ocurre con la posible terraformación de Marte. Aquí no se trata de la temperatura, la disponibilidad de agua o la intensidad de la radiación, todo se podría reducir a la presión marciana.

La terraformación de nuestro vecino (convertir el planeta en un sitio habitable para la especie humana) ha sido uno de los sueños más perseguidos por científicos, escritores y amantes de la ciencia y la ficción. Pero cuando se empieza a comprender la física real de lo que sería necesario para lograrlo, el esfuerzo parece cada vez más inalcanzable.

A menos que tomemos pasos de hormigas y asumamos que será una cuestión de tiempo (mucho tiempo) y no de crear un vivero y plantar patatas. Esa es la conclusión de un estudio presentado en la 56.ª Conferencia de Ciencias Lunares y Planetarias por Leszek Czechowski. Y la clave está en la presión del planeta.

En Marte, el agua hierve a temperaturas mucho más bajas que en la Tierra debido a la presión atmosférica significativamente menor. La presión superficial promedio en Marte es de tan solo un 0,6 % de la terrestre, lo que provoca que el agua hierva a temperaturas de entre 0 y 10 grados Celsius.

El estudio analiza lo qué se necesitaría en términos de gas para que Marte alcance un nivel de presión “aceptable”. Los autores señalan que el agua dentro del cuerpo de una persona comenzaría a hervir inmediatamente a la presión actual de Marte, lo que significa que todos los habitantes del planeta tendrían que usar un traje presurizado.

Sin embargo, ciertos lugares del planeta están más cerca de alcanzar el nivel de presión, estimado en aproximadamente una décima parte de la presión atmosférica terrestre, donde el agua solo herviría a 50 °C, ligeramente por encima de la temperatura corporal típica. No es mucho mejor, pero al menos es un posible lugar casi, casi habitable.

El lugar más cercano a esa presión actualmente en Marte se encuentra en Hellas Planitia, la "tierra baja" marciana, donde la presión promedio es aproximadamente una centésima parte de la del nivel del mar en la Tierra, y solo una décima parte de la necesaria para garantizar que una persona no muera inmediatamente por ebullición si su piel entra en contacto con la atmósfera.

Si bien el estudio menciona otros escenarios, como elevar la presión atmosférica promedio del planeta a la del nivel del mar en la Tierra, la cantidad total de atmósfera que se necesitaría transportar es un orden de magnitud mayor, lo cual ya es extremadamente costoso en términos de la energía requerida para lograr ese aumento.

¿De dónde obtendríamos todo este material para la atmósfera? La respuesta del estudio es del Cinturón de Kuiper. La idea es utilizar asteroides del cinturón principal, que tiene la ventaja de estar relativamente cerca de Marte. Estos objetos serían los más adecuados, ya que contienen mucha agua y, en teoría, podrían ser transportados a Marte en el lapso de décadas.

La conclusión final del equipo de Czechowski es simple: al menos en teoría, podemos obtener suficiente material para aumentar drásticamente la presión atmosférica de Marte hasta un punto tolerable para los humanos, o al menos hasta un punto en el que no mueran inmediatamente al exponerse a ella.

Sin embargo, para ello, sería necesario estrellar contra él un cuerpo helado considerable del Cinturón de Kuiper. Para ello, los ingenieros tendrían que diseñar un sistema de propulsión que no dependa de la gravedad para dirigir el cuerpo helado.

Dados los requisitos tecnológicos necesarios para lograr esa visión, parece que estamos muy lejos de lograrlo. Pero eso no impedirá que los entusiastas de Marte sueñen con un futuro terraformado, incluso si implica golpear el planeta con múltiples rocas de gran tamaño para lograrlo.